Guadalajara celebró ayer un acto homenaje a Antonio Buero Vallejo en el Teatro Auditorio que lleva su nombre, un día antes de que se conmemorara el centenario de su nacimiento.
Fue un acto emotivo, con una escenografía original e íntima al desarrollarse sobre un escenario compartido por los ponentes y el público. Conducido por Abigail Tomey, en él intervinieron Luis María Ansón, miembro de la Real Academia Española, Ana María Leyra, catedrática de Filosofía de la UCM, Paloma Pedrero, vicepresidenta de la SGAE y Antonio Román, alcalde de Guadalajara. Como testigos de excepción, Victoria Rodríguez, viuda del dramaturgo, y su hijo, Carlos Buero.
José María Ansón trazó un completo perfil de la figura literaria y humana de Buero. Desde su valor como autor teatral reconocido por la crítica como el más importante desde Calderón, hasta sus valores como persona coherente, de firmes ideas, progresista y enamorado de su profesión y de la palabra. “Labraba las palabras, buscaba su etimología, estudiaba su entorno, era la puera ciencia del lenguaje. Era un enamorado de la palabra, de la Literatura y de su propia profesión”. También destacó su sentido del humor y el amor que profesaba a la que fue su esposa, a quien recitó un precioso poema de Quevedo.
Ana María Leyra habló de sus recuerdos de juventud y de su relación de amistad con Buero. Subrayó la necesidad del apoyo institucional a la cultura. “El hecho de que hoy estemos aquí reunidos y que hayamos podido tener un encuentro como el que se ha organizado en Guadalajara, es una lección institucional que debería ser recogida por otras instituciones que también se deberían ver obligadas a ello. La cultura, en cualquier sociedad, si no tiene un refrendo institucional, se hunde, se muere”.
Paloma Pedrero dio lectura a la emotiva carta que le dedicó a Buero Vallejo tras asistir a su capilla ardiente. En ella, reflejaba las enseñanzas que recibió del que considera su maestro. “Me has enseñado mucho. Me has enseñado generosidad. Me has enseñado lo que es un autor teatral de pura raza, ése que no puede vivir sin estar imaginando personajes a los que dar escenarios, historias, emociones, pensamientos, conflictos que les hagan íntegramente humanos”.
Antonio Román, alcalde de Guadalajara, expresó el orgullo que constituye para la ciudad que Buero Vallejo fuera uno de sus vecinos. Manifestó que Guadalalajara le debe mucho y que este centenario es una excelente ocasión para devolvérselo. “Queremos contar a todos que Guadalajara, los guadalajareños, nos sentimos orgullosos de Buero. Queremos decirle al mundo que Buero nació y creció aquí, y que ese mundo profundice y conozca más su obra”.
Entre intervención e intervención, los actores Juan Carlos Naya y Jesús Cisneros recitaron dos fragmentos de Buero Vallejo con las notas del piano de Pilar Vacas de fondo. También se pudo disfrutar del video promocional que el Ayuntamiento de Guadalajara ha elaborado para conmemorar esta efeméride.
El cierre del acto sorprendió a los asistentes, al subirse el telón que se situaba como fondo, y al aparecer tras él el imponente patio de butacas de Buero, vacío, pero iluminado y con una imagen y frase del dramaturgo que dice: “Duda cuanto quieras, pero no dejes de actuar”.
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