La provincia de Guadalajara ha experimentado un aumento en la mortalidad durante el primer mes y medio del verano, mostrando una tendencia preocupante en comparación con las predicciones estadísticas. Según las cifras del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), entre el 1 de julio y el 15 de agosto se contabilizaron 288 fallecimientos por todas las causas.

Esta cifra supera las 277 muertes que los modelos estadísticos, basados en datos históricos, estimaban para ese mismo periodo. Como resultado, la provincia presenta un exceso de mortalidad de 11 fallecimientos en lo que va de verano.
Dentro de este contexto de sobremortalidad, el sistema identifica de manera específica el impacto de las altas temperaturas. El informe detalla que dos de las muertes ocurridas en Guadalajara durante estas semanas son directamente atribuibles a los efectos del calor, confirmando que las condiciones meteorológicas han sido un factor de riesgo para la salud pública.
El sistema MoMo es una herramienta de vigilancia que compara en tiempo real las muertes observadas con las esperadas, permitiendo a las autoridades sanitarias detectar desviaciones significativas y evaluar el impacto de factores como las olas de calor.
En conclusión, los datos para Guadalajara confirman que el verano ha tenido un impacto tangible en la salud de la población, con más fallecimientos de los previstos. Las dos muertes confirmadas por calor actúan como un serio recordatorio de los peligros de las altas temperaturas y refuerzan la necesidad de seguir las recomendaciones sanitarias para proteger, especialmente, a las personas más frágiles y vulnerables.

