El problema demográfico se concreta en diferentes aspectos como son el progresivo envejecimiento de la población, la despoblación, la población flotante o los desequilibrios demográficos y territoriales que suponen un reto no sólo en las zonas que pierden población, sino también en los núcleos urbanos que deben dar servicio a la población que recibe, con destacados efectos económicos, sociales y ambientales.
No es ninguna primicia decir que en los últimos años España está perdiendo población. Es una evidencia que se hace aún más que objetiva con el dato de que en 2015 hubo más defunciones que nacimientos en nuestro país, o con el indicador de que tenemos diez comunidades autónomas con saldo vegetativo negativo.
Y Guadalajara, nuestra gran provincia, es un reflejo notorio y evidente de esta situación. Tenemos dos zonas claramente diferenciadas: Por un lado, los municipios del Corredor del Henares y pueblos limítrofes a la comunidad de Madrid; y por otro, la zona rural que ocupa dos tercios de la provincia. La primera es receptora de población de forma continuada en los últimos veinte años y la segunda está sufriendo una sangría de pérdida de población. “No hay una receta única para solucionar el problema demográfico, ni de frenar la despoblación. La doble cara de la provincia induce a tomar en consideración medidas de distinto cariz en cada uno de los territorios” – nos decía el presidente de Diputación, José Manuel Latre, el pasado miércoles. Y es por ello que este asunto es de tal importancia que requiere un acuerdo e implicación de todos.
En este sentido, ya hemos dado un primer y gran paso. En la Conferencia de Presidentes Autonómicos celebrada el 17 de enero de 2017 en el Senado con presencia del presidente Mariano Rajoy se llegaron a once acuerdos, todos ellos de gran calado para avanzar. Sobre políticas de empleo; el pacto social y político por la educación; sobre los mecanismos de protección al consumidor vulnerable de energía eléctrica; el pacto contra la violencia de género, entre otros, y UN ACUERDO SOBRE LA ESTRATEGIA NACIONAL FRENTE AL RETO DEMOGRÁFICO.
Se trata de elaborar, potenciar y desarrollar una Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico que dé respuesta a este gran desafío que es urgente y vital, de forma adecuada, global, transversal y conjunta, teniendo en cuenta a todas las administraciones implicadas.
Y ya nos hemos puesto en marcha. En el Senado ya hemos constituido una comisión para el Estudio del Problema Demográfico con dos objetivos fundamentales, como expuso nuestro presidente de Comisión, Ignacio Coseidó: “ (…) Poner encima de la mesa y priorizar en el debate político una cuestión que es fundamental para el conjunto de España, particularmente intensa para algunos territorios que sufren el fenómeno de la despoblación con especial intensidad; (..) ser capaz de proponer y elaborar iniciativas y medidas que realmente puedan ser eficaces y de utilidad y en la que no caben soluciones fáciles a corto plazo, pero ello no exime de la responsabilidad de tener que actuar”.
Desde luego, éste es uno de los grandes RETOS que tenemos, VITAL para nuestro futuro como país y, por supuesto, para provincias como GUADALAJARA. Y todos, y digo todos, debemos comprometernos a apostar decididamente a iniciar este compromiso, sabiendo que no es fácil. Y el primero debe ser el presidente de nuestra comunidad autónoma, el sr. García Page, que tiene que tomarse en serio esta cuestión, dejar de vender humo, anunciar planes y más planes para la Sierra Norte y Comarca de Molina de Aragón y, entre otras medidas, por ejemplo, recuperar el Plan de Apoyo a la Maternidad que eliminó cuando llegó al gobierno porque lo puso en marcha María Dolores Cospedal.
APOSTAR DE VERDAD es analizar esta realidad desde diferentes perspectivas, buscar respuestas reales y adaptadas al nuestro territorio, que puedan traducirse en un PLAN ESTRATÉGICO que responda de forma eficaz a este GRAN DESAFÍO que tanto nos afecta.
