El Gobierno regional va a proceder a acometer una serie de actuaciones con la finalidad de mejorar el abastecimiento en alta del municipio de Graja de Iniesta, para lo cual se ha redactado una memoria valorada por los Servicios Provinciales de Cuenca de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha.
Hasta el lugar donde se acometerán los trabajos se han acercado el director gerente de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, Antonio Luengo; el director provincial de Fomento de Cuenca, José Ignacio Benito; y el alcalde del municipio, Lidio Cebrián.
Para ello, desde el organismo dependiente de la Consejería de Fomento se ha aprobado un presupuesto de adjudicación de 63.000 euros a la firma Hocensa Empresa Constructora S.A., que contará con un plazo de ejecución de 30 días.
La población beneficiaria de estas obras serán los 442 habitantes censados de la localidad conquense, y que durante el verano aumenta hasta cerca de los 600.
Entre las mejoras que contemplan los trabajos destaca la sustitución de la tubería de impulsión, desde el sondeo hasta el depósito viejo, con una longitud de tubería nueva a instalar de 1.794 metros. En este tramo, ya existen unos 300 metros que ya fueron cambiados y un cruce con la CM-311 que no son necesarios sustituir. La nueva conducción se ejecutará con tubería de PVC de presión con unión con junta elástica, de un diámetro de 160 milímetros para una presión de trabajo de 16 kilogramos por centímetro cuadrado.
Además, se procederá a la sustitución de las ventosas mediante una trifuncional de doble cuerpo con sistema de cierre en el orificio mayor por flotador de acero inoxidable y construido en material de fundición dúctil. En el purgador se instalará con una ‘T’ con grifo y un manómetro que servirá como punto de información y para conocer como se está comportando la conducción. Igualmente, se tendrá que realizar un vallado perimetral en las zonas de los sondeos.
Problemática actual
En la actualidad, Graja de Iniesta se abastece de un sondeo de 156 metros de profundidad situado a unos 800 metros al noroeste del núcleo urbano, que se encuentra a 20 metros de un sondeo más antiguo, ambos en uso.
El agua del sondeo es de buena calidad y cuenta con un caudal suficiente para satisfacer la demanda en épocas estivales de aumento de población. En este sondeo es donde está instalado el equipo de cloración mediante bomba dosificadora, disponiendo también de contador.
Desde el sondeo se impulsa el agua a través de una conducción de fibrocemento, en su mayor parte de diámetro interior de 120 milímetros, y con una longitud de más de dos kilómetros hasta su llegada a un depósito de regulación de reciente construcción con una capacidad de 500 metros cúbicos, disponiendo de contadores tanto en la entrada como en la salida.
Desde la realización de este nuevo depósito a una cota superior, se han venido produciendo numerosas roturas en la canalización de impulsión, aunque el desnivel no supera los 100 metros, el hecho de que exista una tubería de fibrocemento con muchos años de servicio favorece que se produzcan estas roturas, la mayor parte en el tramo de inicio de impulsión que es el que está sometido a más presión, aunque también se han producido otras roturas que pudieran ser ocasionadas por el funcionamiento deficiente de las ventosas y las sobrepresiones y depresiones generadas en la tubería por la parada de las bombas.
