El próximo 2 de septiembre, se celebra en Fontanar la 4ª edición de la “Fiesta del Tomate” organizada por la asociación vecinal Tragaldabas en colaboración con el Ayuntamiento.
Esta fiesta quiere poner en valor la cultura de la huerta, los saberes tradicionales y la conservación de semillas acercando los productos locales al conjunto de la población.
Habrá concurso de tomates con premios al tomate más sabroso, al más grande y a la mejor variedad local, también concurso culinario, talleres, mercado de la tierra, cuentacuentos, juegos tradicionales y comida popular.
El tomate es la estrella de este encuentro, una hortaliza que quizás de la manera más clara, nos enseñe como estamos perdiendo los sabores de antes.
En el Centro de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad de la Universidad Politécnica de Valencia han comprobado:
- El índice de sabor del tomate (resultado del producto de multiplicar azúcares por ácidos) es de 2,77, cuando hace unos años llegaba al 3,24 (pierde casi un 15%).
- Su contenido en vitamina C (tiene 17 miligramos menos que hace 30 años) y su nivel de azúcares (del 5,29% ha pasado al 4,95%).
- Ha ganado en resistencia (ha pasado de un índice 6,86 a un 12,10 de dureza).
Esta pérdida de sabor y de propiedades, va asociada al tipo de cultivo y a la selección de las semillas, que aunque más resistentes tienen menos cualidades, a la lejanía del producto y al querer disponer de cualquier verdura u hortaliza en cualquier época del año.
Los alimentos de proximidad son mucho más frescos y son recogidos cuando alcanzan su grado de madurez por nuestros agricultores, en cambio los que vienen a nuestras mesas después de un largo viaje son recolectados antes de su maduración desde cultivos intensivos y transportados en cámaras frigoríficas y tratados con productos químicos para su conservación, perdiendo muchas de sus propiedades tanto alimentarias como de olor y sabor. Además su largo transporte incide directamente en las emisiones de CO2 a la atmósfera favoreciendo el efecto invernadero y el cambio climático.
El desarrollo de nuestros pueblos y la despoblación son dos grandes retos a los que tenemos que responder en nuestra provincia, la agricultura y la ganadería de proximidad beneficia las economías locales favoreciendo el empleo y el comercio y asentando población.
Guadalajara pertenece a la misma bioregión de Madrid con grandes núcleos de población y nuestros pueblos y campos podrían desarrollarse no solamente abasteciendo a la provincia de Guadalajara con sus productos locales sino también a la Comunidad de Madrid.
No estamos hablando de cultivos y granjas intensivas propiedad de grandes empresas sino de productos locales de pequeños agricultores donde los beneficios se queden en el agricultor y no en el intermediario.
Desde nuestra asociación apostamos por una agricultura y ganadería que garantice la calidad de vida de los pequeños y medianos agricultores y ganaderos para preservar un medio rural social, ambiental y económicamente viable.
