Setenta personas acudieron este pasado fin de semana a la primera de las veladas literarias que han organizado Paradores y el Ayuntamiento de Sigüenza. En esta ocasión, estuvo protagonizada por el escritor, Premio Planeta en 1987, Juan Eslava Galán.
Correspondió al alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre, introducir la iniciativa. El regidor hizo referencia a la importancia que tiene para localidades históricas y ricas en patrimonio, ligar su turismo a experiencias culturales, deportivas y gastronómicas, “como la que se ha presentado este fin de semana, que tendrá continuidad con la presencia de otros importantísimos escritores, como el propio Juan Eslava, o la próxima propuesta que verá la luz en nuestra ciudad, Red-Corriendo el Medievo cuya primera carrera tendrá lugar este próximo día 19 de marzo en Sigüenza, o las próximas rutas de la tapa seguntinas”.
Fue el director de comunicación de Paradores, Ramón Ongil, el encargado de introducir al protagonista de la velada literaria, Juan Eslava, y de conducir atinadamente la charla, que se desarrolló en el inmejorable escenario del Salón del Trono del Parador. Ongil agradeció la implicación del Ayuntamiento, “tanto en la organización de las tertulias literarias, como apoyando al Parador en cuantas cuestiones culturales les planteamos”, expuso, la más reciente, la exposición de tapices que permaneció en el mismo escenario del Salón del Trono hasta el mes de febrero.
Ante el público numeroso, Eslava y Ongil desplegaron una interesante conversación, plena de reflexiones sobre literatura y sobre la vida, que mantuvo siempre el interés de quienes la escucharon. El periodista preguntó al literato por sus manías a la hora de escribir o por cuestiones más prácticas, como si utiliza la pluma o el ordenador para hacerlo, o por cuáles son sus momentos más fértiles de creación. Juan Eslava aseguró que la posibilidad de mover los textos a voluntad en el ordenador supone una gran libertad creativa de la que no gozaron los escritores anteriores al siglo XX, como por ejemplo el gran Cervantes, “que tenía que utilizar giros literarios para introducir notas que se habían dejado en párrafos anteriores de sus creaciones”.
Además, en el desarrollo de la conversación surgieron curiosidades como la afición del escritor por el coleccionismo de objetos raros u otros asuntos como la belleza del lenguaje castellano, la capital importancia de los idiomas y la conveniencia de no ser excluyente con ninguno. “Cuantos más se sepan y se hablen, mejor”, aseveraron ambos.
Cuando terminó la conversación, y después de una animada tertulia en la que participaron entre otras muchas personas, cuatro estudiantes seguntinos, el escritor estuvo más de media hora firmando libros a sus seguidores. La charla, abierta al público, dio paso a una iniciativa restauradora que puso en marcha el Parador.
La concejala de Cultura, Sonsoles Arcones, calificó la velada de “gran éxito”, desarrollada “en un ambiente distendido y agradable, el apropiado para divulgación de la Cultura, que es lo que pretende el Ayuntamiento de Sigüenza”. En este sentido, Arcones destacó la oportunidad e inteligencia de las preguntas formuladas por los estudiantes seguntinos de la SAFA y del Instituto Martín Vázquez de Arce. La iniciativa tendrá continuidad próximamente con la presencia de un nuevo escritor.
