¿Qué importancia tiene la gestión de recursos humanos? ¿Hasta qué punto puede determinar el futuro de una empresa? ¿Cómo influye el trabajo de un buen Director General de Recursos Humanos y hasta dónde llega su grado de influencia?
Detrás de las empresas y los equipos, existen seres humanos. Su grado de bienestar repercute en sus capacidades y su rendimiento y, en última instancia en los beneficios y la productividad de la empresa. A continuación, te hablamos de cuatro de los beneficios más importantes que se derivan de una correcta gestión de recursos humanos. ¡Toma nota!
Incremento de beneficios
La gestión óptima de los recursos humanos garantiza la correcta coordinación del personal. En consecuencia,los esfuerzos quedan centralizados y los flujos de trabajo orientados hacia un mismo fin. Al final, se traduce en un incremento del rendimiento de los equipos que componen la plantilla y, en última instancia, en un incremento de productividad.
Por otro lado, el desarrollo de una estrategia de recursos humanos clara ayuda a generar mayor sensación de control y favorece a la creación de ambientes laborales estables. Comprender las implicaciones de la gestión del capital humano y establecer alianzas sólidas basadas en la confianza y la transparencia repercute positivamente en la salud psicoemocional de los empleados, lo cual favorecerá el desarrollo humano y profesional.
Grandes oportunidades de colaboración
La actualización del aparato humano que integra una empresa constituye un motor de cambio. La localización y selección de unos perfiles profesionales especialmente cualificados forma parte de un proceso complejo que requiere de recursos y, también, de creatividad. De hecho, la adquisición de grandes talentos en muchas ocasiones va más allá de las condiciones laborales que la empresa pueda ofrecer a sus nuevos aspirantes. En algunos casos, buena parte del éxito de reclutamiento se basa en el “boca a boca” de los propios empleados. Adquirir una buena reputación a este nivel puede desembocar en un efecto llamada para perfiles profesionales prometedores y que gozan de cierta exclusividad.
Mejora del clima laboral
A pesar de que los procesos de selección constituyen la piedra angular del área de gestión de recursos humanos, en realidad, sus funciones van más allá. Un buen departamento está preparado para analizar las fortalezas y debilidades de los equipos, es sensible a su rendimiento, al funcionamiento de las relaciones interdepartamentales, pero también al grado de conformidad que existe ante los modelos de trabajo propuestos y cómo influyen en el bienestar general. La implementación de actualizaciones y mejoras en las relaciones laborales también se logra estimulando las metodologías basadas en la cooperación y el trabajo en equipo, así como facilitando la comunicación interna.
Al final, se trata de un área que aborda todos los factores humanos que intervienen en el desarrollo y ejecución de proyectos.
Una comunicación interna más efectiva
En muchas ocasiones, las empresas detectan problemas de rendimiento y los achacan a una falta de competencias. No obstante, a medida que actualizan su capital humano, reparan en que lejos de haberse corregido el problema, vuelve a producirse. En estos casos, es probable que exista un factor humano implicado en el desarrollo del trabajo. Existen empleados que sienten ‘miedo’, ‘incomodidad’ o ‘inseguridad’ a la hora de comunicarse con sus superiores. Aunque pueda parecer un inconveniente superfluo, en realidad, esto puede definir la forma en la que se desarrolla el trabajo. Los problemas de comunicación derivan en problemas de entendimiento, en procedimientos menos precisos y en errores que podrían haberse evitado y que retrasan los programas de forma innecesaria.
Corregir este tipo de carencias requiere del desarrollo de estrategias a medida y de la adquisición de nuevos paradigmas relacionales. De ser necesario, a partir de la implementación de reuniones de grupo y actividades. La situación emocional interna está muy ligada a los resultados y, por lo tanto, debe cultivarse. Las emociones como la desconfianza, el miedo o el estrés deben desaparecer.