Día de derbi de la región. No hace falta echar la vista tan atrás para ver derbis con los pabellones llenos de aficionados. Once meses han pasado de la última cita entre ambos equipos. En los días previos fue uno de los jugadores del Incarlopsa Cuenca y ex Quabit Guadalajara, Nacho Moya, quien afirmó que iba a ser “un derbi descafeinado”
En lo que respecta al partido, malo fue el inicio del club de la ciudad encantada en su casa. A los cinco minutos del partido, los de Lidio Jiménez se veían superados por los de Mariano Ortega con una diferencia de cuatro goles (1-5). No fue hasta el tiempo muerto solicitado por el equipo local hasta que la situación cambió. Antes de llegar al 13´ de partido, la portería del equipo de la alcarria tenía un muro con experiencia como principal baluarte. Varias fueron las jugadas en las que Nacho Moya quedó mano a mano ante JJ Hombrados que no terminaron en el fondo de la red por culpa de este último.
Después del minuto de oro, el Incarlopsa Cuenca fue protagonista de un parcial 4-0 a su favor. El resultado pasó de un 3-8 al 7-8 con Davide Bulzamini, Martín Doldán y Pablo Vainstein como protagonistas. Fue entonces que el Quabit Guadalajara ejecutó su solicitud al tiempo muerto. Momentos después, Fede Pizarro fue excluido por dos minutos y, contra todo pronóstico, los conquenses lograron el empate en el marcador. A partir de ahí, el partido se convirtió en una partida de ajedrez entre dos estrategas que no querían regalar ni un metro. Fue entonces cuando cada gol cosechado de los morados era contrarrestado con el mismo fruto de parte de los rojos. Instantes antes del final de los primeros treinta, el gol de Ismael El Korchi valió para que su equipo se marche al vestuario por delante en el marcador. A pesar de que el marcador marcaba 14-15, la actuación de los metas fue clave. Mientras Samu Ibáñez se mantenía en el 37% de efectividad, Jota rozaba el 40% entre los palos.
Ya en la segunda parte, el guion no se alteró, siendo siempre el Quabit Guadalajara quien monopolizaba la victoria en el marcador. La situación cambió en los últimos quince minutos del partido. En el 17´ de la segunda parte, el Incarlopsa Cuenca se puso por delante en el marcador, gracias al segundo gol de Ángel Pérez De Inestrosa. Cuando parecía que los locales ataban el partido, Mariano Ortega solicitó su tiempo muerto para evitarlo, cosa que consiguió. Consecuentemente, cuando los visitantes apretaban, Lidio Jiménez jugó la misma carta, consiguiendo su ansiada diferencia de dos goles.
En el último suspiro se asemejaba un final de película. Con el gol de Arthur William, a falta de 60 segundos, el marcador se encontraba igualado a 30. En ese momento, cada error era capaz de marcar la diferencia. Dicho error fue del Incarlopsa Cuenca en ataque y su réplica del Quabit Guadalajara terminó en el fondo de la red. Segundos después la bocina del pabellón sentenció a unos y consagró a otros con el 30-31 final.
Por Nahuel Briscek