El Obispo Isidro de Carvajal y José Martín de Aldehuela
José María Rodríguez
Isidro de Carvajal y Lancaster comenzó sus estudios en la Universidad de Alcalá de Henares y, de ella, pasó a concluirlos a la de Salamanca donde fue colegial mayor en el de San Bartolomé, en 1724, y se graduó con méritos de licenciado y doctor en derecho canónico.
En 1728, su tío, el duque de Abrantes, le agradeció en esta Catedral con un canonicato; y siendo su hermano don Álvaro, también canónigo de Cuenca, entre ambos fundaron a sus expensas, en 1738, el Oratorio de San Felipe Neri de esta ciudad.
Le consagro en esta Catedral el Ilmo. Sr. D. Francisco Rodríguez Chico, obispo de Teruel. Veinticuatro meses después se hizo el solemne traslado de los restos de San Julián al altar de Trasparente.En 1754, el rey Felipe V le ofreció a don Isidro la mitra de Barcelona, que no aceptó, como tampoco el deanato de esta santa Iglesia y, en enero de 1760, le presentó para el obispado de Cuenca S.M. Carlos III. Después de reiteradas negaciones se resignó a tomar el cargo, cosa que hizo por su apoderado, D. Bartolomé de la Cuadra, arcediano de Huete y canónigo de esta Catedral, el 16 de agosto de 1760.
Este prelado fue muy dado a visitar toda la diócesis desplazándose en burro por toda la Serranía, jamás gastó coche. Fue una persona ejemplar, prudente, justo y muy caritativo. Dio a los pobres la renta del episcopado y grandes sumas de sus herencias.
Durante su pontificado se produjeron los motines de Madrid y Zaragoza y, en Cuenca, se produjo el motín del Tío Corujo. Él intervino intentando apaciguar a los exaltados por medio del venerable señor Leoz, su amigo.
Murió Isidro de Carvajal el 15 de enero de 1771. Su cuerpo se depositó en la Catedral siendo después trasladado a una tribuna del Oratorio de San Felipe Neri, en donde se halla, también, su hermano don Álvaro.
Este Obispo se encargo de la reconstrucción de la iglesia de San Felipe Neri, para el que trajo a Cuenca al gran maestro José Martín de Aldehuela que la concluyó. Esta obra le dio a Aldehuela fama y éxito siendo nombrado maestro mayor de la diócesis conquense. Le dio otras obras como fueron la iglesia de las monjas de San Pedro, las llamadas Justinianas, cuyo trazado realizó Alejandro González Velázquez, al igual que la traza del Altar Mayor y el enlosado, la secretaría y otras oficinas de la Catedral.
Intervino también, José Martín en la iglesia y convento de San Antonio Abad, la de las monjas Franciscanas de la Concepción y la casa Hospicio. También construyó, por encargo del padre Eleta, confesor de Carlos III, el convento de frailes descalzos de San Francisco de Priego, así como en muchas otras iglesias de la provincia fueron reconstruidas por el insigne José Martín de Aldehuela en los siguientes episcopados de esta diócesis de Cuenca.
Cuenca, 4 de marzo de 2022
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
