A pesar del conflicto en curso y los recientes incidentes relacionados con los misiles Kinzhal rusos interceptados por el sistema Patriot del Ejército ucraniano, la gente de Ucrania se esfuerza por mantener su vida cotidiana. Sorprendentemente, las sociedades filarmónicas en Ucrania continúan con sus actividades musicales, aún más fervorosamente que antes de la guerra, en un intento por acallar las alarmas que suenan con frecuencia, advirtiendo a los ciudadanos que busquen refugio.
Un ejemplo notable es la Filarmónica Nacional de Leópolis, que actualmente celebra su 42ª edición del Festival Virtuosos. El lema del festival, «Las musas no guardarán silencio», destaca explícitamente el papel que el arte y la música deberían desempeñar en tiempos de guerra. Los eventos musicales en Ucrania son una poderosa declaración de intenciones y una verdadera resistencia cultural.
El reconocido guitarrista clásico originario de Torrejoncillo del Rey, Rafael Serrallet, quien se presentó en Leópolis el año pasado, volverá a honrar la ocasión. Esta vez también actuará con la Filarmónica Nacional de Ucrania en la capital del país. El repertorio incluirá el famoso Concierto de Aranjuez, y Serrallet también participará en un recital de música de cámara junto a la mezzosoprano Liliia Nikitchuk y el violonchelista Maksym Rymar.
La visita de Serrallet es solo una de las muchas expresiones de solidaridad de la sociedad civil española hacia el pueblo ucraniano. Se presentará en Leópolis los días 20 y 21, y el día 24 participará en el concierto en Kyiv, al que asistirá el Embajador de España, D. Ricardo López-Aranda Jagu.
El programa del concierto incluirá la obra «Epitafio», una pieza inspirada en uno de los poemas del último libro del periodista Ferran Garrido, que aborda temas de guerra, amor y libertad, y que ha sido compuesta por el propio Serrallet.
