El Ayuntamiento de Guadalajara, a través de la concejalía de Cultura, presenta una nueva etapa expositiva en el Museo Francisco Sobrino. El ciclo se inicia con Esencial, del reconocido escultor Carlos Albert, inaugurada este martes, y continuará el próximo viernes 3 de octubre con la muestra de Robert Ferrer i Martorell.
La exposición ‘Esencial’, abierta al público hasta el 23 de noviembre, reúne las obras más recientes de Carlos Albert, realizadas en los últimos tres años. Entre ellas destaca ‘El Abrazo de la Tierra’, una imponente pieza situada en la entrada del museo que refleja la capacidad del artista para transformar el vacío en un espacio cargado de significado.
El concejal de Cultura, Javier Toquero, ha señalado, “es un inmenso honor recibir a Carlos Albert en Guadalajara y ofrecer a nuestros vecinos y visitantes una obra que invita a la reflexión y al diálogo con el espacio”.
El comisario de la muestra, Alfonso de la Torre, ha subrayado la singularidad del escultor, “conocí a Carlos primero a través de su escultura. Le apasiona la navegación y el agua, y ese vínculo aparece de manera recurrente en muchas de sus piezas, también en esta exposición”.
Por su parte, Carlos Albert ha explicado que “esta selección llena el patio del Museo Francisco Sobrino con obras esenciales, capaces de interactuar entre sí. La pieza inicial, de un rojo vibrante, invita al espectador a recorrer el itinerario que hemos creado entre las distintas esculturas”.
Con esta nueva propuesta, Guadalajara reafirma su compromiso con el arte contemporáneo y ofrece al público una experiencia cultural única en un espacio de referencia.
‘Espacio entre líneas’ de Robert Ferrer i Martorell se inaugura el 3 de octubre a las 19:00h
El Museo Francisco Sobrino presenta El espacio entre líneas. Estructuras moduladas, una exposición del artista Robert Ferrer i Martorell (Valencia, 1978), reconocido por su originalidad dentro de la abstracción geométrica contemporánea.
Conceptos como transparencia, ingravidez, equilibrio y expansión atraviesan la obra de Ferrer, quien ha concebido para esta ocasión una propuesta específica pensada para el espacio del museo. Su sensibilidad artística dialoga con la de Francisco Sobrino, estableciendo un puente entre el arte cinético histórico y las prácticas actuales, dos miradas distintas pero complementarias en torno al espacio, la luz y la percepción geométrica.
La exposición invita al espectador a sumergirse en un recorrido visual de estructuras ligeras y moduladas, que transforman la mirada y activan nuevas formas de relación con el entorno.
El proyecto ha sido comisariado por Gonzalo Sotelo-Calvillo.
