Este pasado sábado, en la Plaza de Juan Pablo II de Quer, tenía lugar la XV Edición del Maratón Viajero de los Cuentos en Quer. La propuesta setera ha formado parte, un año más, del 27º Maratón de los Cuentos de Guadalajara, que en su versión itinerante, vuelve a llevar las sesiones de narración oral de contadores profesionales hasta los pueblos de la provincia y hasta los lugares de la ciudad de Guadalajara en los que sus residentes o usuarios no pueden desplazarse para disfrutar de los cuentos en el escenario principal.
A las 19 horas, con nubes sobre la Campiña guadalajareña, y un viento, a veces fresco, que los narradores aprovecharon para ambientar sus historias, y las estrellas que decoraban la escena utilizaron como energía para moverse, empezaba una hermosa sesión de cuentos. Los que habían preparado los seteros en la Biblioteca se alternaron con otros que contaron el clown Gamba y la cuentera Ginny (Clara Piñero), y su dúo de humor disparatado.
Antes de empezar, el concejal del Ayuntamiento de Quer, Laure Morales, dio la bienvenida a todos los presentes, e hizo entrega del premio al mejor relato corto de terror a Diego Martín. Fue el ganador del Concurso De Relatos Cortos De Terror “Frankenstein”, convocado por la Biblioteca de Quer con motivo del bicentenario de la publicación del clásico inmortal de Mary Shelley. El premiado fue quien rompió el hielo de la tarde de historias leyendo su relato y recibió la ovación del público. A continuación, Morales contó la versión setera del cuento de ‘Caperucita’, que hizo reír a carcajadas al público.
A partir de ese momento, las historias de Gamba y Ginny se enlazaron con las de los seteros, siempre sobre estrellas, que es el tema genérico del Maratón de los Cuentos de Guadalajara de este año. Ella narraba las historias. Él las representaba con su cuerpo y mil voces. Recuperando la tradición más teatral de las historias orales, representaron con el descaro de los charlatanes, fusionando la palabra con el bufón más desternillante. Así este dúo inclasificable desgranó cuentos clásicos bajo su peculiar mirada de payasos. Además, también se encargaron de presentar a los narradores locales y darles paso a cada uno de ellos. Gamba recordó que fue en Quer en uno de los primeros lugares en los que debutó como narrador, hace doce años.
Y así, con el viento ululando sobre las palabras, con las risas que provocaba el dúo de las dos ges y las historias sobre estrellas de los seteros, fue cayendo una deliciosa tarde de cuento.