Tanto el equipo de fútbol como el de balonmano conquense están en contra de jugar a puerta cerrada. Así lo manifestaron en sus respectivos comunicado oficiales entre la noche del pasado 10 de marzo y la mañana del 11.
La balompédica conquense, quien lanzó su comunicado antes, solicitaba calma ante la situación y las especulaciones sobre el coronavirus. Además, desde el club, son partidarios de “aplazar las jornadas de liga, antes que celebrar los partidos a puerta cerrada.” Según el club blanquinegros, “el fútbol modestos sufriría un fuerte golpe con una medida así y nuestros socios y simpatizantes son un pilar fundamental en el desarrollo de nuestros partidos y del proyecto.” Sin embargo, lo únicos que tienen todos los elementos para tomar la mejor decisión son la autoridades y la federación, como afirman en la nota de prensa. Los partidos que el club pide suspender son los del Torrijo en casa, del próximo 15 de marzo, y la visita a Ciudad Real para medirse al CD Manchego, del 22 de marzo.
Por otro lado, el Liberbank Cuenca, con un comunicado lanzado la mañana del 11 de marzo, considera que, después de la decisión de Asobal en disputar los partidos a puerta cerrada, deberían suspenderse por dos motivos fundamentales. El primero de ellos es la incapacidad de “garantizar la salud de los protagonistas en los partidos” en el caso que los partidos estén cerrados al público. Al igual que el equipo de Ignacio Alfonso, el club de balonmano no entiende un partido sin su afición. Finalmente, con el objetivo de garantizar la salud y los intereses del club, jugadores y aficionados, desde el club se ve conveniente la suspensión de todos los partidos que se han anunciado a puerta cerrada. Los partidos que el club pide suspender son las visitas al pabellón del Frigoríficos Morrazo y del Nava, del 15 y 25 de marzo respectivamente, y la visita del Bidasoa al Sargal del 18 de marzo.
Por Nahuel Briscek