Toda la comunidad educativa del instituto Aguas Vivas, madres, padres, alumnado y docentes, está involucrada en la puesta en marcha de un bosque productivo en sus zonas de recreo que se va a nutrir con especies autóctonas de la zona y está diseñado para consumir un mínimo de agua. El proyecto, pionero a nivel nacional, se ha presentado hoy, si bien desde el centro llevan un tiempo trabajando en el mismo, preparando el suelo para garantizar su desarrollo a corto plazo.
La directora del IES, Carmen Peñalver, ha invitado a la ciudadanía “aunque no pertenezcan al centro a colaborar con nosotros” y ha indicado que “si quieren echar una mano, esto es de todos, no solo del centro”.
El delegado de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Fernández-Montes, se ha referido a la iniciativa como “un ejemplo de un proyecto de comunidad educativa” y ha hecho hincapié en lo beneficioso de la iniciativa que, “sitúa al alumnado en el centro del aprendizaje, sintiéndose partícipes del proceso educativo, lo que logra que la motivación sea máxima”.
Además, la iniciativa tiene un doble valor educativo ya que, según ha resaltado Ángel Fernández-Montes, “es una demostración por parte de la juventud de que debemos cambiar hábitos y ajardinar las ciudades utilizando otros tipos de especies que no requieren tanta agua”. En definitiva, a juicio del delegado de Educación, Cultura y Deportes, se trata de “un ejemplo de desarrollo sostenible en un centro educativo que nos ayuda a concienciar a la población”.
Por todo ello, el titular provincial de Educación ha querido agradecer el trabajo de las profesoras Berta Ballo y María Jesús Merino, que han impulsado la iniciativa, que podrá servir de ejemplo para otros centros con proyectos diferentes, y a toda la comunidad implicada en el IES.
Berta Ballo, ha manifestado que el proyecto es “una muestra de que los sueños se hacen realidad”, ya que según ha explicado, “nosotras soñábamos que el patio de este instituto fuera un vergel”. Ahora el instituto va a contar con un bosque en miniatura compuesto de pequeños conjuntos de árboles grandes, árboles frutales, arbustos, aromáticas, flores y verduras, todo un ecosistema, que apuesta por un tipo de plantaciones diferentes como vía para aprovechar al máximo el agua. De hecho, está previsto que el bosque requiera riego solo durante los dos primeros años.
El proyecto nace como una réplica de otro de Japón, dentro de la asignatura Iniciativa Emprendedora destinada a que los alumnos aprendan a desarrollar sus propios proyectos. Y es que según han explicado las responsables del centro, el alumnado será quien lo mantenga y quien lo use como aula. El objetivo es, según ha detallado Berta Ballo, “incorporar la naturaleza y el espacio exterior a la vida del centro, porque ahí es donde se aprende de manera constante”.
El instituto Aguas Vivas ha recibido numerosos premios por sus proyectos medioambientales. Recientemente el centro sufrió un incendio en las instalaciones de su huerto, situación que lejos de frenar sus iniciativas, “nos ha dado un impulso” para seguir adelante, declaraba Berta Ballo.
Tras la presentación del proyecto se ha procedido a una plantación en la que han participado, junto al equipo docente, representantes de madres y padres y alumnado, el delegado de Educación, Cultura y Deportes, el delegado de Desarrollo Sostenible, José Luis Tenorio y la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de la capital, María Ángeles García.
