El Gobierno de Castilla-La Mancha se ha reunido con alrededor de 300 ganaderos de la provincia de Cuenca para informarles de las medidas de control contempladas para hacer frente a la viruela ovina y caprina.
El delegado provincial de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Joaquín Cuadrado, ha asistido a este encuentro en el que ha estado acompañado por la alcaldesa de San Clemente, Charo Sevillano; el jefe de servicio de Sanidad Animal de la consejería, Jesús Tejero y el presidente del Colegio de Veterinarios de Cuenca, Luis Colmenar.
Joaquín Cuadrado ha recordado que “desde que aparece el primer foco en Castilla-La Mancha se han adoptado de manera inminente las medidas de control que contempla la Unión Europea como son el sacrificio de los animales, la limpieza y desinfección, así como el establecimiento de una zona de protección”.
El delegado provincial de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha recordado que la consejería “es consciente de la situación a la que se enfrentan los ganaderos y por eso ha trabajado con el ministerio intensamente para conseguir las mayores ayudas para ellos” y ha lamentado que “algunos dirigentes políticos hayan intentado malmeter en este asunto, que también existe en Andalucía, no solo en Castilla-La Mancha y se está actuando de la misma manera”.
Joaquín Cuadrado ha destacado que la viruela ovina y caprina se trata de una enfermedad que afecta exclusivamente a estas especies sin que en ningún caso pueda trasmitirse al ser humano ni por contacto directo ni por los productos.
En este sentido, el delegado provincial del área ha pedido y ha agradecido la colaboración de los ganaderos que han acudido a este encuentro para “evitar que esta problemática siga extendiéndose cumpliendo las medidas decretadas pues es el único modo de erradicar esta enfermedad”.
Hasta la fecha, tanto en Andalucía como en Castilla-La Mancha se han decretado doce focos, los dos últimos de la región han sido en las localidades de La Alberca de Záncara y Tébar.