La consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, ha destacado hoy que el número de visitas al Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha (MUPA) se ha incrementado en casi un 10 por ciento en los cinco primeros meses de este año con respecto al mismo periodo del año anterior.
La consejera se pronunciaba así durante una visita al MUPA en la que ha estado acompañada por la delegada de Educación en esta provincia, Sonia Isidro, y la directora de este museo, Isabel Buleo.
Rosa Ana Rodríguez ha detallado que, de enero a mayo de este año, se han registrado más de 31.000 visitantes a este recinto museístico, frente a las 28.400 que se registraron en el mismo periodo del pasado año.
Otro dato a tener en cuenta es el incremento de las visitas guiadas durante el fin de semana que han aumentado en este periodo de tiempo en casi un 60 por ciento, ha añadido la titular de Cultura.
Mención aparte son las actividades escolares que han aumentado de manera importante. En concreto, han crecido un 66,5 por ciento los talleres escolares y más de un 58 por ciento las visitas guiadas para escolares.
Mejoras en la fachada
Por otra parte, la consejera de Educación, Cultura y Deportes ha podido comprobar las obras de mejora que se están llevando a cabo en el MUPA, entre las que destaca las de reparación y consolidación de la fachada del museo, que concluirán esta misma semana.
Estas obras han consistido en la sustitución y consolidación de placas de mármol y han supuesto una inversión de más de 25.000 euros.
El Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha superó el año pasado los 400.000 visitantes desde que se abriera al público el 23 de marzo de 2015, siendo uno de los museos más visitados de la Comunidad Autónoma.
El núcleo principal de las colecciones que alberga procede de los yacimientos conquenses de Las Hoyas (Cretácico Inferior de La Cierva) y Lo Hueco (Cretácico Superior de Fuentes), aunque también forman parte de esta colección el resto de los depósitos paleontológicos de titularidad de la Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha.
En este momento, la colección está compuesta por restos procedentes de yacimientos que abarcan los últimos 550 millones de años de la historia de la tierra, pero con una especial representación de los registros paleozoicos de Toledo y Ciudad Real, mesozoicos de Guadalajara y Cuenca y cenozoicos de toda la región.
