El cine social del Laboratorio Ciudadano de Aframas remueve conciencias en Aguirre
La sala del Centro Cultural Aguirre, de Cuenca, se llenó este martes de emoción, reflexión y humanidad gracias a la primera Tarde de Cortos organizada por el Laboratorio Ciudadano de Aframas. Una actividad cultural y social que, más allá de proyectar cine, invitó a mirar con otros ojos y a escuchar con el corazón tras el visionado de cortos del Festival Internacional de Cine Social de CLM (FECISO) que utiliza, el cine, para mostrar diferentes realidades sociales, con carácter solidario e, inclusivo, basado en los Derechos Humanos y en la Carta Europea de los Derechos Sociales donde la diversidad es la realidad, siempre suma, pretendiendo, con nuestro trabajo, contribuir a convivir en un mundo más solidario y tolerante.
Bajo esta premisa se proyectaron los cortos “Votamos”, de Santiago Requejo, que abordó el estigma y los prejuicios hacia las personas con trastorno mental, y “Cosas que contarte antes de un túnel”, de Nacho Ros, la historia de una niña, Lía, que comienza a perder la visión. Ella lo lleva con naturalidad, es una niña. Pero a su padre le invade el miedo y solo piensa en lo que se perderá́; quiere prepararla para cuando entre en ese túnel oscuro que les llevará, a los dos, a un mundo desconocido.
El corto de Nacho Ros
Historias de la vida misma, reales, tan de verdad, tan ciertas que, en el coloquio, abrieron en canal emociones que, hasta ese momento, estaban en un cine maquillado de celuloide hasta que llegó Beatriz Serrano, real, de carne y hueso. Una mujer con trastorno bipolar que habló desde su experiencia con una valentía y claridad admirables. Conmovió al público al recordar que “las personas no somos un diagnóstico” y reivindicó la necesidad de conocer a quienes viven con una enfermedad mental, más allá de los prejuicios, el miedo o la etiqueta.
Del celuloide, de la historia plasmada en una pantalla, Cristina Muñoz, moderadora de este Laboratorio Ciudadano de Cuenca, y presentadora del mismo, nos llevó a otra realidad, la de Javier Martínez, director de la ONCE en Cuenca quien compartió su testimonio, personal, transmitiendo cosas que contarte antes de un túnel. Sobre cómo ha afrontado la misma enfermedad visual que la protagonista de ese segundo corto. Un relato de vida y fortaleza que conmovió a todos los asistentes generando un diálogo rico, cercano y lleno de aprendizajes colectivos que confirman un todo en el que creemos. Que confirman que, el cine social, puede ser una herramienta para abrir la mente, derribar prejuicios y construir comunidad. Un reto que podrás vivir de cerca el jueves, 6 de junio, a partir de las seis y media de la tarde en el Centro Cultural Aguirre. Vivir historias de verdad, reales como la vida misma porque, en palabras de los promotores de esta idea, el objetivo no es solo mostrar cortos, sino crear momentos de encuentro, de escucha activa y pensamiento crítico”.
Tocar y sentir sedimentos sociales más allá de prejuicios y etiquetas que, bien amasados, ayuden a construir una Cuenca más inclusiva y solidaria. Una película que tendrás que grabar y dirigir tú mismo.
