El Ayuntamiento de Sacedón ha cargado duramente contra la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) tras la publicación de su balance anual, al considerar que el organismo “presume de gestión” mientras ignora los graves problemas que, según el Consistorio, sufren los municipios ribereños. Para el gobierno municipal, el cierre del año por parte de la CHT se realiza “en una realidad paralela”, sin asumir errores ni ofrecer disculpas por una gestión que califican de deficiente.
Desde el Ayuntamiento señalan que el balance debería haber incluido un ejercicio de autocrítica y responsabilidades, en lugar de “autobombo institucional”. En los últimos meses, Sacedón ha denunciado reiteradamente situaciones de abandono y mala gestión directamente atribuibles a la Confederación, denuncias que contrastan de forma “escandalosa” con la imagen de normalidad que pretende trasladar el presidente del organismo. “El problema no es que se equivoquen, es que ni siquiera reconocen los errores. Viven en una realidad paralela completamente ajena a lo que sufrimos los pueblos”, afirma el alcalde de Sacedón, Francisco Pérez Torrecilla.

Uno de los ejemplos más visibles es el estado de abandono y suciedad del entorno de la presa de Entrepeñas y la zona conocida como “Las Vías”. Según el Consistorio, la CHT mantiene desde hace meses cientos de bolsas de basura y residuos de todo tipo esparcidos por parcelas de su propiedad, sin proceder a su limpieza. Residuos que, recuerdan, son generados en gran medida por visitantes que acuden a instalaciones también propiedad de la Confederación, como la presa y el embalse de Entrepeñas. “Cuando estas parcelas estaban cedidas al Ayuntamiento, cumplimos con nuestra obligación de mantenerlas limpias. Desde que la titularidad volvió a la CHT, el abandono es evidente”, señalan fuentes municipales.
Otro de los episodios denunciados es el “penoso estado” del canal del trasvase Entrepeñas–Buendía durante buena parte del verano, con agua estancada, vegetación en descomposición y riesgos sanitarios derivados de la falta de mantenimiento y previsión. Una situación que, según el Ayuntamiento, afectó directamente a la seguridad y salubridad de los vecinos.
Especialmente grave fue, a juicio del Consistorio, la mortandad de peces provocada por el cierre brusco del canal del trasvase, un hecho que la Confederación llegó a negar públicamente pese a las evidencias gráficas y los testimonios vecinales. “Negaron los peces muertos, negaron el problema y aquí no pasó nada. Esa forma de actuar es inadmisible en un organismo público que debería proteger el río, no esconder sus errores”, denuncia el alcalde, que considera este comportamiento un patrón reiterado y no un fallo puntual.
La situación de los navegantes es otro de los focos de crítica. Cientos de embarcaciones abonan cada año un canon obligatorio “desmesurado”, sin contar —según el Ayuntamiento— con una sola rampa o acceso adecuado para su botadura. Además, denuncian que la CHT bloquea o sanciona cualquier intento municipal de acondicionar caminos y accesos existentes desde hace décadas. “Es inadmisible que se recauden decenas de miles de euros cada temporada y no haya ni un camino en condiciones aceptables”, subrayan.
El Ayuntamiento recuerda que esta actitud no es un caso aislado y que durante 2025 se han sucedido protestas públicas de numerosos municipios y asociaciones de Guadalajara, Cuenca y Madrid, que denuncian la inacción, la falta de diálogo y una política basada en sanciones en lugar de colaboración.
Para el Consistorio de Sacedón, resulta “inadmisible e intolerable” que, tras este cúmulo de hechos, la Confederación Hidrográfica del Tajo cierre el año felicitándose a sí misma y eludiendo cualquier autocrítica. “La propaganda no limpia el canal, no mantiene limpias las parcelas ni soluciona los problemas del embalse”, concluyen.
“El territorio no necesita notas de autopromoción, sino trabajo real, inversiones y respeto institucional hacia los municipios”, afirma Pérez Torrecilla, quien considera que la CHT debería ser “más beligerante con el trasvase Tajo-Segura y menos con los pueblos ribereños”, a los que acusa de tener “indignados” por una gestión que califican de ineficaz y obsoleta.

