
Dos cabalgan juntos por el Valle del Draa desde Tan Tan a Icht
327 kilómetros y un desnivel de 1.086 metros
Tan Tan es una ciudad situada al sur de Sidi Ifni, en una zona desértica, siendo la más grande de su provincia con una población de 73.209 habitantes y, sí, si lo estáis pensando, su nombre proviene del sonido característico del cubo, golpeando el fondo de un pozo, según la tradición oral de los nómadas de la región.
Lo escribíamos ayer. Entre 1912 y 1958, Tan-Tan formó parte del Protectorado Español de Marruecos estableciendo, en ella, un puesto militar fijo en la zona, en el año 1937, fundando la ciudad como parte de su estrategia de control en el sur del protectorado.
Tras la independencia de Marruecos, en agosto de 1956, España evacuó a la población civil de Tan-Tan aunque se mantuvo un pequeño contingente policial hasta el estallido de la Guerra de Ifni en noviembre de 1957.[8]
Como la ciudad está ubicada entre los ríos Draa y Ued Chebika, y a lo largo de sus márgenes se extiende un paisaje de dunas, es normal que, Tan tan, sea un buen punto de partida para amantes de una conducción deportiva al tiempo que, arriesgada por estas dunas pero, vayamos al principio porque, Manuel Sanz , y Luis Lapeña, madrugaron en Tan tan para darse un paseo por la ciudad y, sorpresa, encontrarse, por las calles, a viejos Land Rover Santana que, como recordarán, fueron fabricados en Linares desde el año 1958 hasta el año 1994.
Se interesaron, también, por una fiesta que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad: el Moussem de Tan Tan que se celebra todos los años, a mediados del mes de junio, con el fin de encontrarse las diferentes tribus del desierto lo que servía para estrechar relaciones, concertar matrimonios o intercambiar productos, incluidos camellos y caballos. Pero el momento cumbre del Moussem de Tan Tan, sin duda es el espectáculo de arte ecuestre en el que, un grupo de jinetes, cabalga con las riendas sueltas mientras sujeta sus fusiles, que hacen disparar al unísono durante su demostración. Toda una exhibición de destreza y sincronización que deja boquiabiertos a los asistentes.
Después del desayuno, inicia la conversación Luis Lapeña, iniciamos la marcha por desierto, en desierto, y más desierto y, por pistas que, a nada que te descuides, te quedas ciego porque, uno de nuestros vehículos, circula más rápido que el nuestro y te va dejando un reguero de polvo que te deja ciego como se aprecia en alguno de nuestros vídeos.
Manuel Sanz, como ya hicieran hace un año en la parte oriental de Sáhara, comenta, como anécdota, esa campaña de pre navidad que consiste, como saben, en llevar ropa y repartirla como mejor puedan. Llevábamos ayuda, ropa, juguetes, calzado para niños, para personas mayores y, fíjate, cómo está de despoblada esta zona que nos ha costado hacer, más de 200 kilómetros, para encontrar un pequeño poblado, con una jaima, donde hemos dejado ropa. Pero lo que más me ha llegado al alma, un poco más adelante, es que hemos encontrado a tres mujeres que iban por la carretera a las que les hemos dado ropa de niños y zapatos. Y digo que me ha llegado al alma porque, una de ellas, la que parecía más mayor, lloraba y lloraba de agradecimiento como si le hubiera tocado la lotería aunque, sinceramente, creo que sí, que les ha tocado la lotería.
Les ha tocado como nos tocó a nosotros, en los años 50 del pasado siglo cuando, el mal llamado Plan Marshall (España quedó excluida del Plan Marshall por el régimen de Francisco Franco, que había sido aislado internacionalmente tras la Segunda Guerra Mundial), inundó nuestras escuelas de leche en polvo, queso, mantequilla y zapatos americanos. Fue en el año 1953 cuando, España, firmó el Pacto de Madrid con EE.UU., a cambio de ayuda económica y militar, lo que marcó su integración en el bloque occidental.
Regresando a Icht, ciudad de la que no hemos conseguido información, situamos a nuestros protagonistas, a Luis y a Manuel que, alojados en un hotel ubicado a las afueras, descansan porque, la próxima etapa, de unos 280 km -los primeros por carretera-les llevarán a las pistas rápidas, a Foum Zgui, a la pista del DAKAR y al lago Iriki para hacer noche en las Haimas de Aladin y, otra vez, a las dunas.
No te pierdes el vídeo. ¡Puro espectáculo!
