Historia del hermanamiento entre el pueblo de Villaescusa de Haro y el Regimiento Saboya nº 6
(Artículo de Cayetano J. Solana, alcalde de Villaescusa de Haro)
A primera hora de la tarde del jueves 3 de julio de 1969, hace hoy cincuenta años, mientras el grueso del pueblo realizaba labores de siega en los campos bajo un sol justiciero, Manuel Alcañiz Lopezosa y Manuel Montes Romero perdían la vida a los 36 años. El villaescusero y el onubense trabajaban en la construcción del pozo que debía suministrar agua corriente al municipio y fallecieron por asfixia, provocada por las emisiones de una bomba de achique en el interior del pozo. Su compañero Manuel Barón, consciente del peligro, dio la voz de alarma tras escucharlos desplomarse sobre la balsa de agua.
Francisco Hermosilla, alcalde de la villa, requirió la colaboración de los miembros del Regimiento Saboya n.º 6 que se encontraban realizando maniobras en los alrededores. Vecinos y soldados coordinaron las labores de rescate y trabajaron por turnos para ensanchar el hueco del pozo y así permitir el escape de los gases. A continuación, miembros del Saboya, entre los que se encontraba el teniente Castillo, rescataron los cuerpos inertes tras un descenso de seguridad con cuerdas y ataviados con mascarillas.
Este triste suceso supuso el embrión de la historia de hermanamiento entre el pueblo de Villaescusa de Haro y el Regimiento Saboya n.º 6, uno de los más antiguos de España y que cuenta con un bagaje de casi quinientos años de servicio desde su fundación en la época gloriosa de los Tercios.
A lo largo de este año 2019, en el que se conmemora el cincuentenario del accidente, el Ayuntamiento de Villaescusa de Haro, con la colaboración del propio Regimiento, está coordinando una serie de acontecimientos que ensalzan la historia común de fraternidad y generosidad mutua. El fin de semana del 13 al 15 de septiembre se alcanzará el cenit de la celebración durante los actos programados en el contexto de las fiestas patronales en honor al Santísimo Cristo de la Expiración.
Como en cualquier historia de amistad, jalonada con hitos representativos, sentimos el compromiso de fortalecer año a año nuestra relación para donar el legado a las generaciones venideras y honrar la memoria de su origen.
La Exaltación de la Santa Cruz
Escriben que, la Iglesia, en este día celebra la veneración a las reliquias de la cruz de Cristo en Jerusalén, tras ser recuperada de manos de los persas por el emperador Heráclito. Según manifiesta la historia, al recuperar el precioso madero, el emperador quiso cargar una cruz, como había hecho Cristo a través de la ciudad, pero tan pronto puso el madero al hombro e intentó entrar a un recinto sagrado, no pudo hacerlo y quedó paralizado. El patriarca Zacarías que iba a su lado le indicó que todo aquel esplendor imperial iba en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo cuando iba cargando la cruz por las calles de Jerusalén. Entonces el emperador se despojó de su atuendo imperial, y con simples vestiduras, avanzó sin dificultad seguido por todo el pueblo hasta dejar la cruz en el sitio donde antes era venerada. Los fragmentos de la santa Cruz se encontraban en el cofre de plata dentro del cual se los habían llevado los persas, y cuando el patriarca y los clérigos abrieron el cofre, todos los fieles veneraron las reliquias con mucho fervor, incluso, su produjeron muchos milagros.