La Diputación de Cuenca mantiene su respaldo a la importante labor de Cáritas Diocesana de Cuenca en materia de atención a personas y familias en exclusión residencial. Y lo ha hecho con la renovación del convenio de colaboración por importe de 27.000 euros, que han rubricado este mismo jueves el presidente de la institución provincial, Benjamín Prieto, y el director de la organización benéfica conquense, José Martín.
Un apoyo de la Diputación que, a juicio de Prieto, permite que esta entidad atienda a aquellas personas a las que la Administración no llega y, además, lo haga de manera inmediata y eficaz, como así hace a través de sus pisos de acogida, en los que ofrece una segunda oportunidad a aquellas personas o familias que por diversas razones se han quedado sin vivienda y empleo, teniendo que afrontar una situación muy difícil.
Martín, por su parte, tras mostrar su satisfacción por la renovación de este convenio y agradecer el constante apoyo de la Diputación a Cáritas, ha detallado que esta ayuda de 27.000 euros se va a destinar a mantener el programa de acogida para dar respuesta a dos realidades bien diferenciadas en nuestra sociedad: por un lado, personas que acaban de finalizar un itinerario para salir del sinhogarismo, pero que no cuentan con vivienda o recursos para acceder a ella y, por otro, familias en exclusión residencial a causa de desahucios o falta de ingresos para acceder a una vivienda.
Pero con este programa de acogida no solo se ofrece a estas personas una residencia provisional y un apoyo en sus necesidades básicas, como la alimentación, la salud o la educación, sino que también se les proporciona formación y orientación laboral con el objeto de facilitar su reincorporación al mercado laboral. Y es que, tal y como ha remarcado Martín, Cáritas cuenta con un centro de formación en sectores como el empleo doméstico, hostelería o atención socio-sanitaria, además de ser una agencia estatal de colocación y sin dejar a un lado el hecho de que también trabajan con este colectivo en el campo socioafectivo, haciendo especial hincapié en las habilidades sociales, la recuperación de redes familiares, el fomento de la cultura y el disfrute del ocio
Una labor que el presidente de la Diputación ha calificado a todas luces de encomiable y merecedora de todo apoyo. De ahí que haya subrayado la constante colaboración de la institución provincial con esta organización no gubernamental, a la que este año, por ejemplo, también le ha concedido dos subvenciones de 18.000 euros, una de ayuda humanitaria y otra de cooperación internacional al desarrollo.
En concreto, a finales de julio le concedía una ayuda de 18.000 euros para el desarrollo de un proyecto de ayuda humanitaria y de emergencia en la República del Congo, consistente en la asistencia a refugiados centroafricanos asentados en las localidades de Impfondo, capital del Departamento de Likouala; Bétou, al norte de dicho Departamento; y en Brazzaville, capital del país, con el fin de aliviar sus condiciones de vida, a través de la provisión de bienes y servicios básicos.
Y la segunda, otorgada hace unos días por el mismo importe para el desarrollo de un proyecto de cooperación internacional al desarrollo centrado en dar respuesta a 38 madres adolescentes de entre 12 y 17 años del municipio peruano de Yurimaguas, perteneciente al Departamento de Loreto, en el Alto Amazonas. Para ello se contempla la formación de estas jóvenes en conocimientos de atención a menores para desarrollar habilidades para el cuidado de sus hijos (alimentación, higiene, hábitos, etc. con los medios disponibles), además de proporcionarles conocimientos y técnicas en el campo textil que les permita obtener un medio de vida digno. Este acompañamiento a las madres adolescentes indígenas estará complementado con formación en capacitación en derecho, talleres de autoestima y obtención de documentación, ya que pocas de ellas la tienen e, incluso, los menores no están registrados.
