La compañía teatral alcarreña «Ultramarinos de Lucas» representó este viernes 10 de enero en la Casa de la Cultura de Cabanillas su último montaje, «Las nanas según Lorca», cosechando un tremendo éxito de público, tanto en cantidad, pues se rozó el lleno en el patio de butacas, como en calidad, pues la obra sorprendió, emocionó y dejó al público tremendamente satisfecho.
La obra se presenta como una «conferencia cantada», y efectivamente lo es. Sobre el escenario un actor, Jorge Padín, y una cantante y guitarrista, Elena Aranoa, con una puesta en escena absolutamente sobria: ningún elemento de decorado, dos taburetes y una silla. Así, «Las nanas según Lorca» no es otra cosa que la conversión en obra de teatro musical de lo que originalmente es un texto original de Federico García Lorca, un magnífico ensayo sobre las canciones de cuna españolas que el poeta granadino asesinado en 1936 escribió y pronunció como conferencia en 1928, cuando residía en la madrileña Residencia de Estudiantes.
La virtud de la obra de «Ultramarinos de Lucas» -que celebra con esta creación el 25 aniversario de su fundación- radica en la declamación del actor, que dota de una fuerza expresiva tremenda al texto lorquiano, combinada con el fantástico trabajo de investigación musical etnográfica y folclórica que ha realizado la cantante y guitarrista Aranoa. Y aunque la conferencia es un texto erudito, al tiempo está cargado de la emoción y el lirismo que brota de cualquier escrito de Federico. En él, se intercalan las explicaciones, con ejemplos cantados de nanas recogidos del folclore popular de toda España. En el caso de «Ultramarinos de Lucas», para este montaje la compañía ha buceado en grabaciones y partituras antiguas para recuperar los temas populares que probablemente también cantara en su día el propio Lorca en sus conferencias, y que ahora se interpretan con la magnífica voz de Elena Aranoa.
Se trata en suma de una introspección en algo tan sencillo, tan tierno, tan íntimo como son las nanas, canciones que se les cantan a los niños para dormir, explicando las características propias de cada región, las diferencias de las nanas españolas con las de otros países europeos, los modos y ritmos, los contenidos de las letras, y a qué se suele hacer referencia en cada zona, junto a decenas de perspectivas más.
El montaje, tan sobrio pero al tiempo tan emocionante, prolongó su representación durante una hora y cuarto, aproximadamente, en la que el silencio en el patio de butacas era absoluto y sobrecogedor. La cita se cerró con una impresionante ovación de un público entregado.
