La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, informó que el Consejo de ministros decidió mantener, el próximo año 2023, “la bonificación y gratuidad de Cercanías, Rodalies y Media Distancia de titularidad estatal”. Para poner en práctica esta medida, las dotaciones para el ministerio de Transportes se incrementan en 41,2 por cien, hasta los 700 millones. La mayor parte de esta cifra se transfiere a Renfe.
Los objetivos de esta política estructural, prioritaria en España y Europa, es “aliviar a las familias …, sobre todo las de baja renta que son las que utilizan el transporte público por ferrocarril y, lo que es más importante, contribuir a la autonomía energética de España y Europa”.
El éxito de la medida aplicada es innegable. En Cataluña, el 12,8 por cien de la población activa ha adquirido abonos gratuitos de Rodalies o Media Distancia, es decir, 498.660 usuarios, mientras que, en Madrid, lo ha recibido el 10,9 por cien de la población activa (392.400). Sin necesidad de contar con datos de Castilla-La Mancha, sabemos que en la provincia de Cuenca los abonos gratuitos han sido del cero por cien.
Pues bien, habiendo crecido el presupuesto de Renfe, existiendo cuantiosos fondos europeos y estando ante una política estructural europea para la autonomía energética ¿tiene sentido que las familias de baja renta de la provincia de Cuenca, no se beneficien de la gratuidad del tren?
Contando con abundantes fondos para invertir en transporte por ferrocarril, es difícil entender por qué existe tanto empeño en no beneficiar a la provincia más despoblada y desfavorecida de la región. Menos se entiende que el gobierno de Page esté cooperando en una política infame de discriminación negativa de la inversión pública.
¿No cree Page que debería reclamar al gobierno central, contra la injusta política de transportes que le ha inducido u obligado a adoptar, yendo en contra de sus compromisos electorales? ¿no se siente legitimado, el presidente, para que volvamos a tener tren, el año 2023? Cuenca, como provincia de Castilla-La Mancha, de España y de Europa ¿merece ser marginada y no beneficiarse de esa política estructural aclamada por el gobierno?
La conmemoración del 40 aniversario de la aprobación del Estatuto de Autonomía de la región, sería una magnífica ocasión, para que en Cuenca hablemos de “cuarenta años de una realidad gozosa”. Por el contrario, sería indecente que, en una fecha tan memorable, quede como infausto recuerdo el cierre del ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia, por el gobierno regional.
Cuenca tiene derecho a la gratuidad del tren en el año 2023, por ello animamos a Page a que cumpla la promesa que nos hizo, contundente y apasionada, de “pelear a muerte por el tren”. De no hacerlo, pensaríamos que el palacio de Fuensalida es la casa de los embustes y la promesa del presidente fue una patraña, para atrapar votos. Y como Cuenca está despoblada y tiene pocos votantes, a Page le importamos un bledo.
Cunde la sospecha de que, conseguido el voto popular, el presidente se considera habilitado para realizar lo que le venga en gana. Conquistado el poder, no se siente obligado a cumplir su promesa. Una asidua lectora de Maquiavelo sostiene que Page, sumergido en la lucha política, está en disposición de dar la espalda a sus convicciones, a su moral y no respetar sus promesas. Así que el presidente lo que hace es trastocar levemente su discurso. Según esto, Page estaría dispuesto a “pelear por la muerte del tren”.
Me resisto a creer, como apunta mi amiga, que Page sea tan maquiavélico. Es un político con la suficiente independencia como para corregir sus decisiones, cuando las políticas adoptadas van en perjuicio de la ciudadanía, provocan desigualdad y amenazan la cohesión de la región. Por todo lo expuesto, en defensa de la dignidad, la igualdad y los derechos fundamentales consagrados por la Constitución, estaré ante la denominada casa del Pueblo de Cuenca el próximo martes, día 11 de octubre, a las once horas, animando a que Emiliano García-Page exija para la provincia la gratuidad del tren.
Opinión de Fernando Casas Mínguez
Bravo por tu lucha y persistencia profesor!!!
A ver si un día son capaces de escuchar y renovar el ferrocarril convencional, para un trato digno a la ciudad y provincia de Cuenca!!!