El grupo de arquitectos que desarrolla el proyecto ‘Cuenca (In)accesible por naturaleza’ ha presentado sus propuestas que pasan por la construcción de cuatro ascensores, uno panorámico, que comuniquen distintas zonas del Casco Antiguo con la parte baja, utilizando como hilo conductor la antigua muralla y la creación de un parque fluvial en el río Huécar.
Según ha explicado en declaraciones a Efe que recoge El Digital de Castilla-La Mancha, uno de los arquitectos impulsores de este proyecto, Carmen Mota, su protagonista principal han sido los vecinos del Casco Antiguo al buscar las zonas con mayor densidad de población en un barrio que está despoblado en un 80 %.
Los cuatro ascensores planteados reciben nombres de artistas muy vinculados a la ciudad y al arte contemporáneo: Rueda, Torner, Zóbel y Saura, el primer que iría adosado a la muralla y serviría para comunicar el parque del Huécar con la Audiencia Provincial y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), recuperando ese parque como «zona verde» y ampliando el aparcamiento que existe tras el Conservatorio.
El segundo elevador permitiría comunicar la parte baja con la iglesia de Santa Cruz y con edificios que van a acoger usos administrativos, como la Casa del Corregidor, donde se quiere ubicar la sede del Consorcio Ciudad de Cuenca, o que están en desuso, como el edificio municipal de la calle Caballeros, que podría acoger también dependencias municipales.
La grieta del Huécar
La tercera actuación que plantean estos arquitectos aprovecharía una «grieta» de la hoz del Huécar para comunicar con las Casas Colgadas y la plaza de Ronda, mientras que el cuarto sería un ascensor panorámico que permitiría conectar ese futuro parque fluvial con el barrio del Castillo y el Archivo Histórico Provincial, donde se va a ubicar la colección de Roberto Polo.
En todo caso, Mota ha defendido que «no hay que tener miedo» a intervenciones visibles siempre y cuando estén «bien hechas», y ha recordado que Cuenca tiene una larga historia a sus espaldas de actuaciones hechas para superar sus dificultades orográficas.
«El elevador de Santa Justa (en Lisboa) se inauguró el mismo año que nuestro puente de San Pablo, es decir, hace más de cien años fuimos capaces de implantar una estructura más que visible para mejorar la accesibilidad en nuestra ciudad. ¿De verdad cien años después no vamos a ser capaces de repetirlo?», se ha preguntado.
Las conclusiones de ‘Cuenca (In)’ fueron presentadas a la ciudadanía la tarde de ayer en la sede conquense de la UIMP y Mota ha agradecido la «fantástica» respuesta del público, «muchos vecinos que vinieron a darnos la enhorabuena», y ha subrayado que «cada vez somos más» los ciudadanos que quieren que Cuenca elabore una solución «brillante y memorable».
Ciudades Patrimonio
En este sentido, ha resaltado que «prácticamente todas las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España han tenido que hacer actuaciones en sus cascos históricos que luego han sido reconocidas con galardones internacionales; en Cuenca no tenemos nada».
Asimismo, ha señalado que en el congreso celebrado esta semana en la ciudad se han desmontado también muchos mitos, como que le retiren a Cuenca la declaración de Ciudad Patrimonio y ha recordado, por ejemplo, la intervención de José Ramón de la Cal, responsable de los remontes de Toledo, que «dijo que su proyecto era buena prueba de que eso es una falacia».
