Esta mañana una multitud serena aguardábamos en la puerta de entrada al Hospital de Albacete por el módulo de radioterapia, entre los altos cargos del hospital, periodistas, curiosos, miembros de seguridad y una decena de compañeros y compañeras de informática llenábamos el hall. Conforme avanzaban los minutos se empezaba a sentir cierta expectación y nerviosismo, ya llegaba el presidente Page.
Entre saludos y aplausos, él giró la cabeza y nos vió allí, muchos con nuestra camiseta amarilla fosforito de la huelga, difícil no vernos… resignado se acercó, rodeado de cámaras, la mascarilla no dejaba adivinar que mueca o tipo de sonrisa estaba poniendo. Y quiso ser cercano, escuchar pero sin dejar hablar, transmitir pero sin decir nada, y con el estudiado gesto de coger con su mano la mía intentaba transmitirme una tranquilidad forzada que a mis 50 años de ver actuar a políticos no me convencía. Yo no pretendía entender su discurso mal improvisado, solo quería que me mirara a los ojos, que notara mi indignación, y a lo mejor por un instante hacerle recordar que él fue persona y trabajador antes que político, y que despertara en él un sincero sentimiento de ofrecernos su ayuda.
Y o bien mis palabras o las de mis grandes compañeros hicieron efecto, y quizás sintiéndose algo acorralado, nos terminó ofreciendo una reunión con el Consejero de Sanidad, Jesús Fernández, presente en la escena, algo que no habían querido hacer con nosotros en 6 meses de lucha y movilizaciones. No sabemos si esa puerta que nos ha ofrecido abierta al diálogo se hará efectiva, pues no es la primera vez que miente un político (ya lo tenemos tan interiorizado que hasta no le damos importancia). Aún así ya no nos queda mucho recorrido pues la lista provisional de admitidos de la injusta OPE 2017-2018 del SESCAM sabemos que ya está encima de la mesa a punto de publicar, y aunque este ofrecimiento llega un poco tarde esperemos que sea real y no para convencernos de que no pueden aplicarnos la nueva ley de temporalidad con enrevesados argumentos legales, pues nuestros abogados ya nos han dicho que no hay otra base por parte de la administración para no hacerlo que no sea la de no querer hacer el esfuerzo de aplicarla. No hemos tenido oportunidad de opositar en 30 años, y ahora que una ley nos puede ayudar nos quieren dejar fuera de ella.
En cualquier caso: gracias D. Emiliano por acercarse hoy y tendernos la mano.
Antonio Ortega Rodríguez. Técnico de Gestión de Tecnologías de la Información del SESCAM