El diputado de Emprendimiento, Francisco Javier Cebrián, ha animado a los autónomos del sector agrario y ganadero de la provincia a solicitar las ayudas puestas en marcha por primera vez en la Diputación para innovación en los autónomos y pymes como una de las múltiples medidas puestas en marcha desde el Equipo de Gobierno para defender al sector primario de la provincia.

Así lo hacía durante una visita a la localidad de Villarejo Periesteban donde se reunió con varios agricultores, autónomos, negocios y comercios de la localidad a los que invitó a participar en una convocatoria que permanecerá abierta hasta el 9 de diciembre y para la que se ha destinado una partida de 700.000 euros.
Unas ayudas que, según recordaba Cebrián, están divididas en tres tramos de 2.000, 3.000 o 4.000 euros en función de si es autónomo o además tiene personas contratadas y que contribuyen a minorar la carga de las inversiones que se realizaron el pasado año.
En este sentido, subrayaba que estas ayudas que han nacido con vocación de permanecer en el tiempo tienen como objetivo fomentar la modernización del sector y mejorar la competitividad del mismo en un momento de incertidumbre para el mismo.
En esta línea, uno de los agricultores con los que se reunió el diputado, Daniel Albaladejo, puso en valor esta iniciativa destacando que aunque las cuantías no son muy elevadas sí son importantes para ayudar con los gastos de inversión en maquinaria que son cada vez más altos. “Cualquier ayuda que nos puedan dar es bien recibida porque los agricultores necesitamos saber que las instituciones nos tienen en cuenta y por eso esta convocatoria de la Diputación es importante”.
Además, Cebrián tenía la oportunidad de visitar a Eduardo Albaladejo, herrero de la localidad, que ha sido el encargado de fabricar algunos de los aperos con los que estos agricultores han concurrido a estas ayudas. “Me alegra comprobar que los agricultores están al corriente de estas ayudas pero más aún cuando se presentan con maquinaria fabricada por los negocios locales fomentando así la economía cercana y contribuyendo a que estos oficios tan importantes para nuestros pueblos se mantengan”, decía Cebrián.
Por ello, animó a Eduardo a mantener su actividad e incluso a poder formar a alguien en estos oficios para garantizar el relevo generacional. Y ante la dificultad para encontrar a personas interesadas en estos trabajos le explicaba la existencia del proyecto Arraigo como una posibilidad para la llegada de gente dispuesta a aprender y trabajar al tiempo que se incrementa la población del pueblo.
