La cultura es, además de un bien social, una actividad económica con peso en el PIB de un territorio. Cuenca Abstracta nació de la idea de aprovechar el cincuentenario de la creación de nuestro Museo de Arte Abstracto para lanzar la marca Cuenca como destino de calidad del turismo cultural.
Este proyecto de la sociedad civil conquense culminó con éxito en la exposición “La Poética de la Libertad” en nuestra catedral. Lo mismo que en Toledo hicieron las instituciones con “Greco 2015”, lo promovimos los conquenses para nuestra ciudad, y con un presupuesto sensiblemente inferior.
“La Poética de la Libertad” supuso una experiencia artística de nivel internacional, ya que por primera vez una catedral se convertía en su integridad en ámbito para la expresión del arte contemporáneo, de la mano esta vez del artista chino Ai Wei Wei.
La Catedral como espacio para la cultura, el edificio Iberia, el Museo Provincial -Arqueológico, cuya remodelación se eterniza en el tiempo, deberían completar los espacios para el arte en nuestra ciudad. Conservatorio Superior de Música, Escuela Superior de Arte Dramático, los fondos y colecciones de la Facultad de Bellas Artes, además de nuestra candidatura a Ciudad de las Artes Audiovisuales de la UNESCO, conformarían una verdadera ciudad del arte en el siglo XXI.
Se hace precisa una gestión profesional y sostenible de todos los espacios para la cultura de nuestra ciudad que preserve este ámbito del sectarismo político. El espectáculo con la Colección Polo no puede volver a repetirse. En esto, como en todo, Candidatura de Cuenca apela a la unión y al consenso que preserve los intereses de nuestra ciudad.
Es en este marco de ambición por nuestra tierra que en Candidatura de Cuenca proponemos que nuestra ciudad sea subsede para exposiciones temporales del Museo del Prado.
Cientos de miles de personas visitan anualmente estas exposiciones temporales. Gracias al AVE, Cuenca podría ser una sala más de nuestra gran pinacoteca nacional, y seguramente la más bella.
Ni que decir tiene que el sustrato de una verdadera ciudad del arte debe conformarse por los jóvenes creadores conquenses que, igual que el resto de su generación, tienen derecho a encontrar oportunidades y futuro en su tierra.