CCOO siempre ha defendido la necesidad de contar con un Centro de Estudios Penitenciarios donde el personal penitenciario reciba toda la formación profesional que precisa para las complejas tareas que tiene que realizar durante su carrera profesional. Asimismo, valoramos positivamente la ubicación de este centro formativo en Cuenca.
La preparación y puesta en funcionamiento de este centro de formación para el personal penitenciario es uno de los compromisos que el gobierno adquirió con CCOO, ACAPI y CSIF el pasado 1 de marzo de 2023, firmando el Acuerdo de revisión del modelo organizativo de la Administración Penitenciaria; que, además de mejorar las retribuciones del personal penitenciario, sienta las bases para modernizar la Administración Penitenciaria y mejorar el servicio público a la ciudadanía.
Para la construcción de este centro de formación se van a destinar 11,3 millones de euros.
“Desde el sindicato esperamos que el nuevo Centro de Estudios Penitenciarios sea similar a los existentes en otros departamentos del Ministerio del Interior, cubriendo unas necesidades básicas, como son un espacio suficiente para dar formación teórico-práctica todo el año y que cuente con la infraestructura para alojamiento y manutención del personal funcionario que se vea obligado a desplazarse a Cuenca”, indica Silvia Fernández García, secretaria general de CCOO-FSC en Instituciones Penitenciarias
En cuanto a la dotación de recursos humanos que tiene que tener este centro de estudios “defendemos que tenga una plantilla propia y estable de profesorado, con un programa de formación curricular para las diferentes categorías profesionales que permita, además de la formación inicial del personal que supera las oposiciones, la promoción interna y el desarrollo profesional del personal funcionario de carrera.”
“Consideramos esencial, por otra parte, que la formación profesional penitenciaria pueda homologarse o declararse equivalente con la del sistema educativo con la finalidad de promocionar y rediseñar la carrera profesional, de tal manera que el personal funcionario que ingresa en Instituciones Penitenciarias y complete la realización de un curso específico y una formación práctica de más de 1.800 horas pueda ascender al grupo de clasificación funcionarial B.”
“Cuanto mejor preparado esté el personal penitenciario más eficiente será este servicio público, habrá más seguridad ciudadana y se mejorará la cohesión social”, concluye Fernández.
