Los sindicatos CCOO-Hábitat y UGT-FeSMC de Castilla-La Mancha han acordado poner en marcha una campaña de asambleas y movilizaciones en el sector de la Limpieza de Edificios y Locales de las provincias de Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo ante el bloqueo patronal de la negociación colectiva.
“Nos encaminamos a la huelga general en estas cuatro provincias. Las Patronales se niegan a poner en valor el trabajo de las 15.000 personas, casi todas mujeres, que son las que sostienen al sector y que reclaman y necesitan convenios colectivos con incrementos salariales suficientes y cláusulas de revisión que garanticen el mantenimiento del poder adquisitivo de sus salarios frente a la carestía de la vida”, señalan los sindicatos.
Las cuatro mesas de negociación se rompieron en cadena a finales del pasado mes de junio ante la cicatera propuesta salarial de las patronales y su negativa a incluir en los convenios cláusulas de garantía; así como reducciones de la jornada semanal máxima que permitan mejorar el porcentaje de salario y de cotización de las trabajadoras con contratos a tiempo parcial, que son la inmensa mayoría en el sector.
Los sindicatos advirtieron entonces que la posición patronal abocaba al sector a un “otoño caliente. Entre salario y conflicto, las patronales han elegido conflicto, y lo van a tener. Ni las trabajadoras ni sus sindicatos podemos tolerar la tremenda devaluación salarial que exigen las patronales, que solo van a lo suyo; a seguir engrosando los beneficios de las empresas.”
“Ya dijimos en julio que las huelgas se organizan. Estamos en ello. A lo largo de las próximas seis semanas vamos a celebrar asambleas llamando a la movilización en los principales centros de trabajo, en los hospitales y centros de salud, en los colegios e institutos, en los edificios oficiales…”
“A finales de octubre comenzaremos las movilizaciones con concentraciones frente a las sedes patronales de las cuatro provincias afectadas. Y el siguiente paso será la convocatoria de huelgas en el sector”
“Tenemos a 5.000 trabajadoras y trabajadores de Toledo, 4.000 de Ciudad Real, 3.000 de Cuenca y otras tantas de Guadalajara que aparecieron en BOE junto a sus compañeras y compañeros del resto del país cuando venían mal dadas, como ‘personal esencial’ para hacer frente a la pandemia. Imprescindibles fueron entonces y lo siguen siendo; pero condenadas a la pobreza por sus patronales a la hora de acordar convenios colectivos dignos que les hagan justicia”.
