Carlos de la Sierra tiene una larga trayectoria ligada al mundo cooperativo y financiero. Asumió la presidencia de Caja Rural de Cuenca en 1989 hasta que en 2011 se consolidó el proyecto de Globalcaja entidad de la que ha sido copresidente, y vicepresidente primero hasta su nombramiento como presidente. En la actualidad, De la Sierra preside la Fundación Globalcaja Cuenca, la cooperativa oleícola de Valdeolivas, y la D.O. Aceite de La Alcarria. El reelegido vicepresidente es a su vez consejero del Banco Cooperativo Español, y vocal de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc).
En la misma reunión, Ernesto Moronta -presidente de la Caja Rural de Salamanca-, fue elegido presidente de esta Asociación Española. Moronta cuenta con una larga trayectoria cooperativa y financiera. Lleva desempeñando la presidencia de Caja Rural de Salamanca desde el año 2004. Fue presidente-fundador de Cooperativa Ganadera de Lácteos y Derivados (COGALAD) y durante cinco años vicepresidente de la Cámara Agraria Provincial de Salamanca. Además el reelegido presidente es consejero del Banco Cooperativo Español, y vocal de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc).
Las Cajas del Grupo Caja Rural pertenecientes a la A.E.C.R siguen siendo fieles al modelo de banca cooperativa europea, que en España funciona con éxito desde 1989. El sistema de banca del Grupo Caja Rural, en línea con otros modelos de banca cooperativa europea de éxito, se caracteriza por su descentralización operativa y por la aplicación del principio de subsidiariedad, desarrollado sobre la base del criterio de independencia jurídica y de decisión de cada miembro. Un modelo que al igual que sus semejantes europeos, se basa en el uso de servicios comunes centralizados con los que se consiguen las necesarias economías de escala. Servicios que son prestados por empresas propiedad de las entidades miembros (Banco Cooperativo Español, Seguros RGA, Rural Servicios Informáticos, etc).
Durante su historia, el grupo se ha mantenido siempre fiel a su modelo de negocio, basado en entidades locales y con gran presencia en el territorio en el que operan, constituyendo una alternativa diferenciada en el sector financiero, manteniéndose firme en los principios de independencia de decisión local, proximidad, cercanía y arraigo al territorio, asumiendo con responsabilidad el papel que le corresponde, para dinamizar el desarrollo económico y social de su comunidad y combatir la exclusión financiera.
