Desde Candidatura de Cuenca instan al Ayuntamiento a la inmediata suspensión del servicio de la ORA en el municipio de Cuenca, con efectos de la entrada en vigor del estado de alarma en nuestro país y consiguiente anulación de las sanciones impuestas hasta el momento.
Ante todo, por un elemental principio de humanidad y cercanía con los hombres y mujeres de Cuenca que, junto a nuestros compatriotas y medio mundo, vivimos el inmenso dolor por la catástrofe humanitaria provocada por esta pandemia.
Recordemos que la legislación ordinaria que regula los contratos en el sector público, permite que la administración suspenda unilateralmente un contrato, es más, la obliga a hacerlo siempre que haya causa justa y motivada en base al interés general.
Es difícil imaginar causa justa mayor que el estado de alarma actual, un dramático ejemplo de fuerza mayor inimaginable hace tan solo unas semanas, y que marcará el presente y el futuro de varias generaciones.
El estado de alarma establece un confinamiento casi total de los españoles en sus domicilios. La restricción severa a un derecho fundamental como es el de movilidad sólo se justifica por la imperiosa necesidad de frenar la expansión del virus.
En condiciones de normalidad, la restricción de aparcamiento mediante rotación ordena el tráfico y la movilidad en el centro de las ciudades. Sr. Alcalce, Cuenca, como toda España, ha vaciado sus calles, y por tanto, restringir el aparcamiento únicamente perjudica a quienes tienen que desplazarse por razones de servicio.
En este estado de grave alteración de la normalidad del funcionamiento social, mantener el servicio de la ORA obliga a quienes se desplazan por la ciudad por razones de servicio a incrementar sus desplazamientos a pie, siendo mas grave aún mantener activos los postes expendedores, que son evidentes vectores de transmisión del virus.
Lo anterior parece motivación más que suficiente para tomar la medida que, en otros ayuntamientos han adoptado, y que Candidatura de Cuenca exige en estos momentos y sin mayor dilación.
Pero es que pudiera ser que la decisión adoptada por nuestro Ayuntamiento respecto a este servicio, incumpla tanto el espíritu como la letra del Decreto por el que se ha establecido el estado de alarma.
En esta grave hora para España, es momento de que gobernantes y autoridades, en el ejercicio de sus responsabilidades, estén a la altura del ejemplo de civismo y solidaridad que ahora, como antes, estamos dando los españoles.
