Qué mejor momento para bendecir las nuevas vidrieras de la ermita de San Isidro Labrador de Cuenca (Vulgo de Arriba) que en el día de la festividad del Patrón. Por lo tanto, este domingo ha sido un tanto más especial de lo habitual. Muchos han sido los fieles que se han acercado hasta la ermita para asistir a la misa en honor del Patrón, a la posterior procesión y, como no, a la bendición de las dos vidrieras, en cuya financiación ha participado la Diputación Provincial.
Actos a los que tampoco han querido faltar el vicepresidente de la Diputación y teniente de alcalde del Ayuntamiento de la capital, Julián Huete; el diputado provincial de Fomento, Javier Parrilla; la concejal de Cultura, Marta Segarra; el portavoz y concejal de Hacienda, José Ángel Gómez Buendía; la viuda de Miguel Zapata, María Begoña Vallé Yturriaga López, y las hijas de Bonifacio, Cristina e Ivón.
Huete ha llamado la atención sobre la mejora acometida en la ermita, que se ha visto engrandecida por las dos vidrieras que se han inaugurado tras la Eucaristía oficiada por Francisco Medina, párroco de Santiago y San Pedro y rector de la ermita de San Isidro.
Vidrieras emplomadas sobre planchas de vidrio soplado, pintadas a mano con esmaltes y amarillo de plata, y elaboradas sobre dos obras de los artistas Bonifacio y Miguel Zapata. La de este último se ha colocado en el ventanal más próximo al Evangelio y representa el cartel anunciador de la Semana Santa de Cuenca de 2006. En cuanto a la de Bonificacio, indicar que se titula ‘Las dos caras del espejo’ y se ha instalado en la ventana del Coro.
Dos joyas que, sin duda, este domingo han brillado con luz propia y con las que la Hermandad de San Isidro Labrador (Vulgo de Arriba) se ha querido unir a esta efeméride tan especial para Cuenca como es el XX Aniversario de su declaración como Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Tras la misa y bendición de las vidrieras, los muchos presentes han acompañado a las imágenes de Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador, que han sido portadas a hombros, en su habitual recorrido procesional por el barrio del Castillo y donde no han faltado los sones de la Banda Municipal de Música de Cuenca.