La Dirección General de Tráfico (DGT) empezará el lunes, día 3 de junio, una campaña especial de vigilancia y concienciación sobre el riesgo que supone el consumo alcohol y drogas al volante. Durante una semana, hasta el día 9 de ese mismo mes, los agentes del Subsector de Tráfico de Guadalajara –adscritos a los destacamentos de Guadalajara, Sigüenza y Molina de Aragón–, así como las distintas policías locales de la provincia, intensificarán los controles sobre estos factores de riesgo, causantes de casi un tercio de los accidentes mortales. Para ello, se establecerán diferentes puntos de control, tanto en la autovía A-2 como en la red de carreteras autonómica y provincial, a cualquier hora del día o de la noche.
En campañas similares desarrolladas durante el año pasado, se practicaron 6.600 pruebas de alcoholemia –de las cuales resultaron positivas 66– y 60 pruebas de drogas, con 22 resultados positivos (37%). El porcentaje de conductores con prueba de alcohol positiva en vías urbanas es superior al de las vías interurbanas, de ahí la importancia de la colaboración de las policías locales. No obstante, en ambos tipos de vías la presencia de alcohol durante la conducción, dependiendo de su tasa, multiplica entre 2 y 15 el riesgo de sufrir un accidente.
Además, no sólo la tasa de incidencia de accidentes aumenta rápidamente con el aumento de la tasa de alcoholemia, es que el accidente también resulta más grave. Con una tasa de alcoholemia de 1,5 g / l la tasa de incidencia de accidentes de gravedad mortal es aproximadamente 200 veces mayor que cuando se trata de conductores que no han ingerido alcohol. Por su parte, las drogas de comercio ilegal multiplican el riesgo entre 2 y 7 veces, respecto de los conductores no consumidores.
Efectos del alcohol en la conducción
De 0,3 hasta 0,5g/l (Inicio zona de riesgo) | De 0,5 a 0,8g/l (Zona de alarma) | De 0,8 a 1,5g/l (Conducción peligrosa) | De 1,5 a 2,5g/l (Conducción altamente peligrosa) |
Aumento tiempo de reacción | Peor percepción de distancia | Graves problemas de percepción | Graves problemas de percepción, de atención, de control y coordinación |
Se subestima la velocidad | Problemas de visión | Grandes problemas de atención y coordinación | |
Problemas de coordinación | Incremento de la somnolencia |
– De 0,3 a 0,5 g/l: Excitabilidad emocional, disminución de la agudeza mental y de la capacidad de juicio. El riesgo de sufrir un accidente se duplica.
– De 0,5 a 0,8 g/l.: Reacción general más lenta, alteraciones en los reflejos, comienzo de la perturbación motriz, euforia en el conductor, distensión y bienestar, tendencia a la inhibición emocional, comienzo de la impulsividad y agresividad al volante. El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 5.
– De 0,8 a 1,5 g/l.: Estado de embriaguez importante, reflejos muy perturbados, pérdida del control preciso de los movimientos, problemas serios de coordinación, dificultades de concentración de la vista, disminución notable de la vigilancia y percepción del riesgo. El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 9.
-De 1,5 a 2,5 g/l: El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 15.
Preocupación por la tolerancia
La encuesta de la Fundación Mapfre sobre conducción y drogas de 2016 concluye que la tolerancia al consumir y conducir es muy alta, especialmente en jóvenes. A pesar de considerar las drogas como un factor de riesgo, dos de cada tres conductores jóvenes reconocen haber viajado con un conductor bebido, y uno de cada tres con uno que había consumido porros.
Además, el consumo de alcohol ha ido cambiando paulatinamente. Según los expertos, se ha pasado de un consumo social a un consumo más compulsivo, como lo demuestra el llamado consumo ‘en atracón’, un comportamiento que ha crecido desde 2005 y que afecta hasta el 35% de los jóvenes entre 20 y 30 años. Este comportamiento implica un incremento de conductas de riesgo y mayor probabilidad en el desarrollo de dependencia alcohólica.
La única tasa segura es 0,0 %. Aunque nos creamos en pleno uso de nuestras facultades físicas y mentales, con la ingesta de alcohol estamos multiplicando el riesgo de sufrir un accidente. Por tanto, hay que tratar de impedir que las personas que hayan bebido conduzcan el coche y, en todo caso, nunca subir con ellas.
Conducir después del consumo de sustancias psicoactivas también es un hecho frecuente en España. El cannabis (THC), la cocaína, las anfetaminas y las metanfetaminas son las sustancias más frecuentes halladas. La droga más consumida en España es el cannabis, sustancia que se percibe erróneamente como la menos peligrosa para la conducción.
Legislación y sanciones
La presencia de alcohol y otras drogas en el organismo durante la conducción está perseguida tanto por vía administrativa como penal.
Vía administrativa: La Ley de Seguridad fija las tasas máximas de alcohol permitidas para los conductores. Así como la prohibición de conducir con presencia de drogas en el organismo.
Sanciones
Vía Penal: El capítulo IV del Título XVII del Código Penal tipifica los delitos contra la seguridad del tráfico y establece las siguientes penas por conducir con exceso de alcohol o bajo la influencia de drogas, así como por negarse a someterse a las pruebas de detección.