Alcalá Subastas va a ofrecer una obra de las siete obras de Santiago Rusiñol que pintó en Cuenca, titulada Sol ponent. Cuenca, 1916, por un precio de salida de 50.000 euros.
Se trata de un Óleo sobre lienzo de 94,5 x 123 centímetros que participó en una exposición en el Ateneo Conquense en 1916 y en la Sala Parés de Barcelona y del que habló profundamente el diario El Liberal de Cuenca.
A mediados del mes de junio de 1916 Santiago Rusiñol dio por terminada la campaña pictórica de primavera en los jardines de Aranjuez y de allí se trasladó a la ciudad de Cuenca con la intención de pasar en esta ciudad siete semanas dedicado a escribir la novela La niña gorda y pintar las bellezas de esta ciudad. Le acompañaban su esposa, Luisa Denís, el reconocido caricaturista catalán Luis Bagaría, y el pintor canario Juan Carló. Durante esta campaña realizó siete lienzos de diferentes vistas de lo más destacado de la ciudad del Júcar. Al término de su estancia, el 10 de agosto, se abrió una muestra en la salas del Ateneo Conquense, en la que fueron expuestas seis de sus obras, entre las que se encontraba Sol ponent (Atardecer). Además habían otras del pintor catalán Jaime Serra, del pintor canario Carló, y fotografías de Enrique O’Kelly, Cuevas y García, Juan M. Vera y César Campos. Esta fué una exposición histórica por ser la primera vez que se realizaba una muestra de pintura en Cuenca y obtuvo un éxito rotundo por la calidad de las obras expuestas y por los temas escogidos.
Los cuadros de Cuenca reflejan el interés de Rusiñol por las vistas panorámicas de la ciudad desde los cauces de los rios Huécar y Júcar, con predilección por las formas geométricas que presenta el paisaje de la ciudad, destacando la verticalidad de su orografía. No faltan en ellos ni la presencia del agua o el camino de cipreses, la ausencia de figura humana, ni la visión poética de los paisajes al atardecer tan característica del pintor de los Jardines de España.
Con motivo de la exposición en el Ateneo Conquense, el cronista del periódico El Liberal se refirió concretamente a la obra que nos ocupa en los siguientes términos:
“Un lienzo con una vista del río Júcar, tomada desde el Recreo Peral. Es muy interesante por la melancolía de los tonos. Está pintado con luz crepuscular. Las casas de la calle de San Juan tienen el tono violeta que el cielo da a los montes y a los pueblos en la hora indecisa en que los objetos pierden los contornos, y el río, que mansamente lame los cimientos del pueblo es sólo una mancha verdoso-obscura. A lo último se ve el puente de San Antón. Los árboles de las orillas están pintados de manera inimitable. Uno de ellos, de tronco torcido, deja filtrar por entre el ramaje la poca luz que va quedando en el cielo azul-gris, en que se recortan abundantes nubecillas. Este cuadro es de gran perfección.”
En 1917 el reconocido fotógrafo catalán Francesc Serra recibió de Rusiñol el encargo de fotografiar las obras que iba a exponer en la Sala Parés de Barcelona. En la fotografía de Sol Ponent, se aprecia en el ángulo inferior izquierdo la etiqueta con el número 12 que esta obra llevaba en el catálogo de esta exposición