Con la bendición de los ramos y el oficio religioso correspondiente, daba comienzo esta mañana en Fuentenovilla la Semana Santa de la localidad. La villa alcarreña siempre vive con devoción, recogimiento y gran intensidad unos días en los que son muchos los balcones decorados en el caserío del pueblo que recuerdan la Pasión de Cristo.
El magnífico conjunto de Picota e Iglesia alternaba esta mañana nubes con claros, mientras que los campos de la Alcarria, abundantemente regados por las generosas lluvias, las últimas este pasado viernes, empiezan a tomar una tono verde frondoso.
Después de la ceremonia religiosa, la Banda de Música de Fuentenovilla, en su doble condición de Cornetas y Tambores de la Cofradía de la Virgen de la Soledad y en su formación habitual, le ponía música a esa devoción fuentenovillera. No ha faltado hoy ni uno sólo de sus integrantes, treinta y tres, para interpretar un concierto que llevan preparando todos los sábados desde el mes de noviembre, a partir de su última actuación, en Santa Cecilia. Han tocado en la misma plaza del pueblo, aprovechando que, a mediodía, el calor del sol invitaba a los fuentenovilleros a escuchar a su banda al aire libre.
Como siempre, sabiamente dirigidos por Ricardo Piña han interpretado ocho piezas, cinco de las cuáles incorporaban hoy a su repertorio. En la primera parte del concierto han tocado marchas procesionales sólo con instrumentos de viento y tambores. Este año, además, lo han hecho utilizando el transpositor sobre la corneta para, de esta manera, conseguir una mayor variedad de notas musicales y añadirle emoción a la interpretación, una novedad en una comarca donde no es frecuente su uso. Ataviados con sus túnicas blancas y capas negras, con escapulario de la Virgen de la Soledad al cuello, han interpretado, con gran fervor, el ‘Cristo Viejo’ (Cristo de la buena muerte) y ‘La Soleá’, ambas piezas de Alberto Escámez, así como diferentes partituras tradicionales de la Semana Santa, con cornetas y tambores.
En su formato de Banda, no han faltado ‘La saeta’ de Guillermo Fernández, y ‘La Muerte no es el final’ de Tomás Asiain, como piezas recurrentes que suenan cada año, a petición de los fuentenovilleros, a las que han añadido otras tres marchas más, ‘Procesión’, ‘Elegía’ y ‘Soledad Franciscana’.
Además de en este concierto y de la tamborrada, prevista para la mañana del día de Viernes Santo, la Banda de Cornetas y Tambores de Fuentenovilla acompañará musicalmente los momentos más solemnes de la Semana Santa. También actuarán el día de Viernes Santo, en la vecina y hermana localidad de Escariche. Además, en esa misma jornada, la Banda de Cornetas y Tambores estrenará instrumentos. Tocarán tambores y cornetas negros, con flecos dorados.
