ADESERCU, comprometida como tal Asociación con el desarrollo de la provincia de Cuenca, quiere hacer pública su opinión crítica sobre la propuesta de titulaciones “Estrategia UCLM 2020” que ha aparecido en diferentes medios de comunicación y que supone un claro agravio -uno más- de la UCLM hacia nuestra ciudad y provincia.
La Universidad pública ha tenido desde siempre una doble dimensión. Una dimensión académica, generadora del conocimiento y promotora del desarrollo científico y tecnológico que ha propiciado el progreso de aquellas ciudades y territorios donde se ha implantado con amplitud de miras; pero tiene también una dimensión social, generadora de riqueza y de valor añadido que ha permitido el progreso individual y colectivo de aquellas ciudades a las que se les ha permitido utilizarla como motor de desarrollo. Valga como ejemplo el propio campus de Cuenca que llegó a contar con más de 4.500 estudiantes y que ahora apenas sobrepasa los 3.000 como consecuencia, entre otros factores, de una política errada de oferta de titulaciones. Lo que en los otros campus ha supuesto una influencia positiva creciente, en el caso de Cuenca esa influencia positiva ha ido decreciendo. (Todos los datos a este respecto pueden encontrarse en el portal de Trasparencia de la propia Universidad).
ADESERCU no está capacitada para valorar la primera de las dimensiones, la académica que, según l apropia Universidad, “ pretende concentrar la oferta, especializar más los campus y diferenciar mejor las titulaciones en el futuro, de acuerdo con el objetivo de especialización y los ejes estratégicos de movilidad, agrupación e interdisciplinaridad”, expresión esta que supone en sí misma cierto grado de complejidad para su correcto entendimiento.
No obstante, pensamos que el argumento esgrimido de la especialización de los campus lleva implícita en la práctica la creación de una cuenca endorreica del conocimiento que se nutre a sí misma y en sí misma termina. Como ha venido sucediendo, esta falsa especialización de los campus, que en realidad solo se aplica sin más correciones en el campus de Cuenca, ha supuesto que el perfil del alumno aspirante a estudiar en la universidad sea muy parecido, pues los estudios que se ofertan son de la misma rama y no hay diversificación, lo que supone “competir” por un alumnado muy similar. Hecho este que condiciona también otra de las razones esgrimidas: “ La definición de los patrones de especialización de cada campus se ha realizado atendiendo a la adecuación externa con el tejido empresarial e institucional presente y a la adecuación interna con los recursos previos de la propia universidad”. Es decir, desigualdades iniciales van generando más desigualdad y, además, se pretenden justificar. La propuesta de potenciar aquellos centros que se mencionan, lejos de contribuir a corregir los desequilibrios evidentes intercampus, contribuirá a incrementar estos desequilibrios, pues es bien notorio el escaso valor añadido que aportan a la ciudad estos centros, con independencia de otros parámetros que se quieran esgrimir.
Por todo ello, queremos llamar la atención de la ciudadanía para que considere si estas razones académicas esgrimidas lo son en sentido estricto o más bien obedecen a intereses de lobbys consolidados. Suponemos que los diferentes centros del campus y la comunidad universitaria harán su análisis y propuestas de mejora. No obstante, queremos resaltar la trampa que puede suponer el centrar las críticas sobre el hecho de que el Grado de Turismo se proponga para Toledo cuando ya en el mapa de 2010 se había aprobado para Cuenca. A nuestro modo de ver, el problema es mucho más amplio y afecta al conjunto del futuro como campus y puede suponer un peldaño más en nuestra caída hacia el abismo colectivo como ciudad.
Dado que las autoridades académicas vienen insistiendo en que todo esto es provisional y que el mapa definitivo se conocerá en los próximos días, queremos llamar la atención al Consejo Social, a los partidos políticos y a la sociedad en general para que esté vigilante por si cualquier cambio inmediato puede suponer un paso más hacia el precipicio del campus y en aras de una “salvación in extremis”.
A nuestro modo de ver, cualquier oferta de titulaciones que se plantee para el futuro debe atender a parámetros diversos y que no atiendan solo a “ la especialización por campus y a la adecuación interna y externa”; mucho menos, para considerar esta última en términos negativos de quien parte con desventaja. Para ello:
- Debe hacerse una equiparación cualitativa y cuantitativa de las titulaciones consolidadas y ofertadas ahora en cada campus. ( No es lo mismo, por poner un ejemplo, Medicina que Periodismo o Ingeniería Aeroespacial que Psicología).
- No puede entrar en discusión la implantación del Grado de Turismo para el campus de Cuenca.
- Es imprescindible la implantación de Grados Oficiales que atraigan alumnado y los fidelicen para iniciar estudios de posgrado.
- No se puede cubrir la oferta con Títulos Propios, que quedan al margen de la financiación oficial y que no siempre son aceptados en el mercado de trabajo.
- No puede olvidarse alguna titulación competitiva de la rama Científico Técnica que potencie la Politécnica y saque rentabilidad al magnífico equipo académico que allí se ha formado.
- Los estudios de posgrado no pueden sustituir en ningún caso a los estudios de Grado, pues son estos los que ayudan a consolidar una Universidad más próxima al entorno social.
- Debería abandonarse la consideración de factores de discriminación en negativo y cambiarlos por una actuación de discriminación en positivo.
En este último sentido, queremos llamar la atención de los responsables políticos para que contemplen la posibilidad de destinar fondos europeos a una financiación finalista de títulos universitarios para el campus de Cuenca y se lo trasladen así a los responsables académicos y al Consejo Social; se podrá contribuir así de manera efectiva al desarrollo de la ciudad y la provincia atendiendo a su consideración de Zona de Intervención Integrada (ITI).
Hacemos un llamamiento a los partidos políticos y a las diferentes organizaciones sociales para que tomen conciencia de la importancia que pueden tener estas decisiones para el futuro de los cada vez menos ciudadanos que a este paso vamos a quedar y que se abra de manera efectiva un verdadero Pacto por el Desarrollo del Campus que supere los intereses particulares y abra un horizonte de esperanza, no con la perspectiva 2020 sino con una perspectiva más a largo plazo. Para ello, les emplazamos a todos para unir nuestros esfuerzos y que los responsables de tomar las decisiones tengan en consideración cuantas observaciones contribuyan a la mejora del desarrollo de nuestra tierra y nuestras gentes, gracias al factor de desarrollo que debe suponer la Universidad Regional para la ciudad, y que en estos últimos años ha dejado de cumplir. Esperamos, en cualquier caso, que esto no sea nuevamente un brindis al sol.
