Sigüenza ya vive intensamente San Vicente. La víspera, ayer, es uno de los días más bonitos del año en la ciudad. A eso de las seis y media, los dulzaineros subieron, tocando sus gaitas, por la calle Mayor hasta la Travesaña Alta. Giraron a la derecha para tomarla, pasando por delante de la Casa del Doncel, para llegar hasta la parroquia dedicada a la advocación del Santo.