La diputada provincial Yolanda Ramírez, ha mantenido diversas reuniones con agricultores y ganaderos de la provincia de Guadalajara. En estos encuentros los profesionales del sector han mostrado su preocupación ante los posibles cambios que se anuncian, a partir de 2020, en la aplicación de la Política Agraria Comunitaria (PAC).
Ramírez ha explicado que hasta ahora, los sectores agrícola y ganadero han estado sometidos a continuas modificaciones tanto en materia de gestión, para el acceso a las ayudas que se han venido produciendo, como con las modificaciones de mayor calado que se han ido dando en el apoyo o retirada del mismo a los diversos productos “con la consiguiente inestabilidad a la hora de atreverse a afrontar inversiones de futuro”, ha señalado.
La diputada ha subrayado que la inestabilidad e inseguridad que se genera a la luz de diversos documentos comunitarios, así como de la división de opiniones en el propio seno de la Unión sobre lo que pueda suceder a partir de 2020, “son un elemento más que añadir a las muchas preocupaciones de nuestros agricultores y ganaderos”.
A juicio de Ramírez, cuando se oye hablar con insistencia de cofinanciación en las ayudas directas y se desconoce el impacto económico, en función del peso que se les dé, de las exigencias en materia medioambiental, “la sensación generalizada es de desamparo, dado que todas las instancias, autonómicas y estatales son plenamente conscientes de que la supervivencia de la inmensa mayoría de las explotaciones agrarias y ganaderas es imposible sin las actuales ayudas que permiten su subsistencia de forma, en ocasiones, precaria”.
Por esta razón ha apuntado que resulta preocupante que “para nuestro consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural aparentemente cuando se habla de agricultura tan sólo cuente la del vino, que sin duda tiene mucha importancia en nuestra región, pero no es el único productor agrícola, y sobre todo en Guadalajara”.
Otros problemas no afrontados o mal resueltos, ha firmado Yolanda Ramírez, “son los referidos a la proliferación de fauna silvestre y sus efectos sobre los campos, sin que hayan sido capaces de equilibrar conservación de la fauna y promoción agrícola”.
Por último, la diputada provincial no ha querido olvidar los problemas a los que se enfrenta el sector ganadero, sobre todo en su vertiente de ganadería extensiva. “La aplicación del coeficiente de admisibilidad de pastos (CAP) les está avocando a deshacerse de sus rebaños puesto que al no tener pastos propios, o ser estos muy pequeños, las ayudas o no les llegan o resultan sencillamente ridículas para el volumen de sus explotaciones”. Esto además tiene el agravante de que este tipo de ganadería tiene un importante papel ecológico y de preservación del medio ambiente ayudando a evitar los incendios y manteniendo vivas las vías pecuarias que tienen además un importante valor histórico, cultural y de aprovechamiento turístico.
Ya era hora de que alguien se preocupase de los problemaa de agricultores y ganadetos de Guadalajara.