Las campañas agrícolas en Castilla-La Mancha se están convirtiendo en demasiadas ocasiones en dramas humanitarios intolerables, además de estar generalizándose en ellas situaciones de explotación laboral.
En el origen de esta situación se encuentran los recortes que han afectado de forma notable a los recursos tanto de la Autoridad Laboral, en el ámbito competencial del Gobierno de la Comunidad Autónoma, como en la Inspección de Trabajo y Seguridad Social dentro de las competencias del Gobierno de España. Si a esto le sumamos la irrupción de las empresas multiservicios en el sector agrario y que estas escapan, al calor de la Reforma Laboral del PP, del ámbito de aplicación de los convenios colectivos y los efectos de la desregulación laboral a la que se acogen con entusiasmo algunos empresarios sin escrúpulos se produce una situación corregible pero intolerable.
El Consejero de Agricultura Francisco Martínez Arroyo, tan dado últimamente a la política del sindicato único en todas sus actuaciones, afirmó hace unos días que la PAC debería tener en cuenta a los trabajadores del sector, esperamos que esto no sea una frivolidad, sino más bien suponga el compromiso de Ejecutivo Regional de García Page con los trabajadores/as del campo y especialmente a los extranjeros y por lo tanto el Titular de Agricultura diseñe y exponga qué medidas va a tomar antes de la ya próxima campaña de vendimia y sobre todo que iniciativas va a tener su Gobierno como Autoridad Laboral.
Desde UGT no vamos a consentir callados “El silencio de los corderos” a que nos tienen acostumbrados en esta materia los Gobiernos de España y de Castilla-La Mancha.