La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha ha registrado una tasa de abandono escolar temprano del 23 por ciento, situándose así 4,5 puntos por encima de la media del conjunto nacional, del 18,5 por ciento, calculada como media de los últimos cuatro trimestres según se desprende de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De este modo, la región queda lejos de llegar al objetivo fijado por la Unión Europea para España en 2020 de alcanzar una tasa de abandono escolar inferior al 15 por ciento.
En lo que se refiere a la evolución del abandono por comunidades Autónomas, los porcentajes más bajos se encuentran en el País Vasco (7,3%), Cantabria (8,6%) y Madrid (13,4%). Los más altos son los de Baleares (27,0%) y Región de Murcia (26,5%).
En el conjunto del último año, considerando desde el primer trimestre de 2016, las mejoras más significativas corresponden a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla conjuntamente (-6,0 puntos), La Rioja (-5,6 puntos) y Canarias (-4,9 puntos).
La tasa de abandono escolar temprano registra el porcentaje de la población de entre 18 y 24 años que carece de los títulos de Bachillerato o Formación Profesional de Grado Medio y que, además, no ha realizado cursos de formación durante las últimas cuatro semanas.
Se trata de los niveles educativos mínimos que la UE y la OCDE consideran necesarios para afrontar con garantías la inserción en el mercado laboral.
El abandono escolar temprano se sitúa en el primer trimestre de 2017 en el 18,5% y baja casi medio punto respecto al trimestre anterior (18,98%), según los datos extraídos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Con respecto al mismo periodo de 2016, la media conocida este viernes 28 de abril supone un descenso de 1,3 puntos. El abandono escolar temprano en las mujeres es inferior al de los hombres, que se sitúan en el 14,8% y 22,1%, respectivamente.
