El 8 de marzo vuelve a nuestros calendarios no como una fecha de celebración, sino nuevamente reivindicativa. El Día Internacional de las Mujeres sigue siendo, un siglo después, el momento de tomar conciencia de la situación y lamentablemente vemos que sigue quedando mucho camino por recorrer. Tenemos claro que la igualdad de derechos, políticos, sociales y laborales deben reforzarse día a día, pues cuando no se avanza se retrocede, y aunque es mucho más visible la concienciación en este sentido, la realidad nos muestra que queda demasiado por hacer.
La discriminación, la desigualdad y el patriarcado siguen estando presentes en la sociedad española y los datos lo corroboran. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social ha crecido un 23% en España, sobre todo mujeres y jóvenes. Además, se han perdido 250.000 puestos de trabajo femeninos, la destrucción de empleo público femenino alcanza el 72% y por primera vez en 40 años está cayendo la población activa femenina.
La reforma laboral está perjudicando más a las mujeres por el reparto desigual del empleo, por la precariedad y la temporalidad, todo lo cual conlleva un significativo recorte en la prestación por desempleo. ¿El resultado? Que la pensión que reciben las mujeres es un 37% más baja que la de los hombres, porque los salarios que tienen las mujeres son un 23,35% menos. Una brecha salarial que ha ido creciendo en los últimos seis años y contra la que se debe luchar de forma decidida.
Todo esto supone que la crisis ha afectado más a las mujeres, a lo que se une que Rajoy la ha utilizado para desmantelar las políticas de igualdad, desoyendo las recomendaciones de la Convención para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de Naciones Unidas, entre ellas ampliar la inversión y la protección social de las mujeres.
También la violencia machista sigue creciendo y, lamentablemente, las mujeres asesinadas parecen estar convirtiéndose en una mera cifra en los periódicos del día. Y eso que el arranque de 2017 en violencia de género está siendo demoledor: una veintena de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas. Y con ellas, otras víctimas que parecen invisibles, que son los menores huérfanos.
El Congreso de los Diputados ha logrado el consenso con la creación de una Subcomisión para un Pacto de Estado contra la Violencia de Género, un buen paso pero que no es en absoluto suficiente. Porque además hay que reponer todos los recursos recortados por Rajoy en políticas de igualdad y de lucha contra esta lacra, así como los organismos y políticas específicas desmanteladas.
Y sobre todo hay que garantizar la formación en igualdad para los jóvenes en todos los ciclos formativos. Una necesidad que pronto será realidad en Castilla-La Mancha, pues ya ha anunciado recientemente el presidente García-Page que la región contará en breve con una Ley de Igualdad que incluirá material curricular en los centros educativos.
Los socialistas siempre hemos defendido y seguiremos defendiendo la igualdad y, con ella, la paridad, la corresponsabilidad y la lucha contra la brecha salarial y la precarización del empleo femenino. Y por supuesto, el PSOE está comprometido con poner fin a la violencia de género y a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual.
Por ello, este Día Internacional de las Mujeres apoyaremos activamente a las organizaciones sociales y feministas para defender los derechos, la libertad y la igualdad de las mujeres, para trabajar por una sociedad paritaria y en la que las mujeres vivan libres de violencia. Porque, cada vez más, las mujeres nos hacemos visibles.
