La diputada regional del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha, Claudia Alonso ha manifestado que el anuncio del consejero de Educación, Ángel Felpeto de establecer un nuevo modelo para el aprendizaje de idiomas vuelve a causar un “caos y un grave desconcierto entre familias, docentes y alumnos”.
La diputada ha explicado que por parte del consejero tan solo se ha expresado la voluntad de que los alumnos aprendan un idioma extranjero, pero no se indica si este sistema va a sustituir al sistema de bilingüismo existente, y cuándo y cómo se realizaría esta sustitución.
Para Alonso, Felpeto en lugar de emular a Page anunciando planes y dando titulares de prensa, “mejor haría gestionando correctamente la educación, dando certeza y tranquilidad a las familias, docentes y alumnos”.
Además, ha recordado la apuesta de la presidenta Cospedal por la implantación del bilingüismo en la región, apostando por una educación de excelencia y calidad, y como ahora, otra vez, vemos que “la única intención de Page es eliminar algo reconocido nacionalmente como una experiencia educativa de éxito”, y lo va a eliminar por simple sectarismo político.
Para la diputada, “este es un nuevo ejemplo del sectarismo político en el que el gobierno socialista de Page ha sumido a la enseñanza en Castilla-La Mancha, como ha pasado con la zonificación, eliminando la zona única que permitía la libre elección de centro educativo y sustituyendo este sistema por uno en el que es Page quien nos dice a los padres a qué colegio llevar a nuestros hijos, perjudicando gravemente a las familias, alumnos y centros educativos”.
Alonso también ha denunciado que en el diseño de las áreas de influencia se han cometido errores tan ridículos como el poner en algunas áreas centros educativos que están a más de 20 kilómetros de los domicilios de los alumnos, o poniendo tan sólo un centro educativo público que poder elegir. Por otra parte, resulta ridículo que en ciudades como Guadalajara o Cuenca el área de influencia se haya determinado con una raya en el mapa sin tener en cuenta ningún criterio objetivo como puede ser el potencial alumnado o el número de plazas que se ofertan en los centros.
Esto demuestra, argumentaba la diputada del PP, que “el Gobierno de Page tan sólo busca la división y el perjuicio deliberado a las familias, al quitarles su derecho a elegir el centro de su elección”.
