
Dos cabalgan juntos hacia el “Marruecos español” a disfrutar de PlazaAventura. Primera etapa, Tarifa-Marrakech
Manuel Sanz y Luis Lapeña
Son dos pero valen por un montón: Luis Lapeña, y Manuel Sanz, repiten aventura africana porque, si recuerdan nuestros lectores, el pasado año, por estas fechas, transmitieron, a través del Liberal de Castilla, emociones, sensaciones e imágenes de un viaje por Ifrane, Nador, Rissani o Merzouga, siguiendo la estela de PlazaAventura y, tan bien se lo pasaron, sobre todo Luis que es un experto conductor por las arenas del desierto, que acaban de regresar al continente africano pasando, desde Tarifa a Tánger y, desde ahí, por carretera, hasta Marrakech, en esta, llamémosla primera etapa de aproximación a Agadir, en la costa atlántica y, un poco más abajo, a Ifni, a la altura, ya, de las islas Canarias, de la que hablaremos cuando entremos de lleno en la segunda etapa.
Hemos partido a las nueve de esta mañana del sábado, desde Tarifa, y hemos cruzado el Estrecho de Gibraltar en un barco de Balearia hasta la ciudad de Tánger, comenta Manuel Sanz. Una horita de travesía, agradable, buen tiempo y buenas vistas.
Me ha impresionado Tánger porque es una gran ciudad muy occidentalizada a la que hemos atravesado, por una avenida, que parte del puerto en dirección sur, hacia Rabat. Una avenida que cruza, kilómetros, y kilómetros, toda la ciudad, con cuatro carriles, dos de ida y dos de vuelta, con grandes espacios llenos de césped y palmeras que se presentan, ante nuestros ojos, de una manera muy atractiva. Me ha llamado la atención, también, la enorme cantidad de centros comerciales. Vamos que se trata de una ciudad europea como otra cualquiera.
En poco más, de tres horas y media, se han presentado en Casablanca, la mayor ciudad de Marruecos, así como su principal puerto, considerada el centro económico y comercial del país mientras que la capital política es Rabat.
A Casablanca, añade Manuel, hemos llegado sobre las tres, hemos comido y hemos reiniciado la marcha, en dirección a Marrakech, viajando por una zona que, al menos, a mí, me ha dejado sorprendido porque hemos contemplado grandes extensiones de tierra, muy fértil, muy buena, pero llena de infinidad de invernaderos. Tantos que me ha recordado a El Egido. He visto, sobre todo, invernaderos de plátanos con plataneras a tope y, también, miles y miles de olivos, como recién plantados que, dentro de unos años, cuando empiecen a dar fruto, ya veremos qué pasa con la aceituna de Jaén
Marruecos está creciendo muchísimo, comenta Manuel Sanz. En Casablanca, dice, hay construcciones y construcciones de viviendas que me recuerda mucho a la época de los años 80-90, del boom que hubo en España.
A las seis y media de la tarde llegaban a Marrakech, la joya de Marruecos. Ciudad imperial, al igual que Fez, Rabat y Meknes con una historia rica y enriquecedora gracias a las sucesivas dinastías que la han poblado. Su prestigio es tal, que se ha convertido en el nombre que identifica a todo el país. Marrakech es un centro cultural vibrante y una capital turística de renombre siendo el destino principal de aquellos que viajan a Marruecos en busca de experiencias inolvidables.
Es que es una ciudad impresionante, confiesa Manuel, aunque con un tráfico caótico en el que se combinan coches, motos, bicicletas, caballos… Bueno que cada uno va, y circula, por donde quiere pero, parece ser que, ese caos, está organizado.
Ahí, en Marrakech, llegó la noche y, con ella, la fuerza de su famosa plaza, la Djemaa el Fna, que ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Un espacio cultural que es el alma de la ciudad, situado en el interior del laberíntico casco antiguo, y lugar donde malabaristas, narradores de cuentos, encantadores de serpientes, magos y acróbatas se congregan para entretener a los visitantes en un espectáculo único y fascinante como vemos en las imágenes.
Hoy, domingo, Luis Lapeña y Manuel Sanz se desplazan al sur de Agadir, ciudad cuyo nombre proviene de la lengua bereber que significa “pueblo fortificado”. Un destino turístico popular, gracias a su localización privilegiada, rodeada por el Anti Atlas, el desierto del Sáhara, parques naturales y playas de alta calidad y, de Agadir, por la costa atlántica, a Sidi Ifni, fundada el seis de abril de 1934, tras la toma de posesión de la zona por el coronel Osvaldo Capaz, en nombre del Gobierno de la Segunda República Española.
Los que tienen ciertos años recordarán los sorteos para la mili y, los abuelos de estos, recordarían, sin duda, los apaños que había para que, un hijo, no fuera a África como decía la letrilla popular de esta jota extremeña que llegaba a los higadillos de los pobres:
“Si te toca te jodes, que te tienes que ir,
que tu madre no tiene para librarte a ti”.
El vídeo grabado por Manuel Sanz.
Próximamente, la segunda etapa.
