Cristo de la Expiración en Villaescusa de Haro. Galería de Imágenes.
Todo comenzó aquel 3 de julio de 1969 cuando, el villaescusero Manuel Alcañiz, y el onubense Manuel Montes, trabajaban en la construcción de un pozo, junto a la fuente romana de San Pedro, que debía suministrar agua corriente al municipio. Fallecieron por asfixia provocada por las emisiones de una bomba de achique, alimentada con un motor de combustión.
Manuel Varón, un mozalbete que trabajaba con ellos, consciente del peligro, fue corriendo hasta el bar “El Frenazo”, y dio la voz de alarma.
Tras escucharlos desplomarse sobre la balsa de agua, Francisco Hermosilla, alcalde de la Villa, requirió la colaboración de los miembros del Regimiento Saboya, número seis, que se encontraban estudiando los alrededores con intención de venir a realizar maniobras con el grueso de la unidad.
Vecinos y soldados coordinaron las labores de rescate y trabajaron por turnos para ensanchar el hueco del pozo y, así, permitir el escape de los gases. A continuación, miembros del Saboya -entre los que se encontraba el teniente Castillo, protagonista de la operación-, arriesgaron su propia vida y rescataron los cuerpos inertes tras un descenso de seguridad con cuerdas y ataviados con mascarillas.
Durante todos estos años se ha ido tejiendo una historia común de fraternidad y generosidad mutua entre el regimiento Saboya, y Villaescusa de Haro, jalonada de hitos representativos a través de donaciones solitarias, condecoraciones mutuas, visitas oficiales y jornadas de convivencia. Se ha fortalecido un vínculo que se mantiene vivo, durante todos los años, gracias a la presencia de una representación del Regimiento entre el trece y quince de septiembre durante la frente la celebración de las fiestas patronales, de Villaescusa de Haro, en honor de Santísimo Cristo de la Expiración.
Galería de imágenes. Procesión Nocturna, Pregón, Fuegos Artificiales, Homenaje a los Caídos, Misa Solemne, Procesión y llegada a la ermita.



