Ecologistas en Acción de Albacete y Cuenca, junto a la representante de Stop Ganadería Industrial y de Pueblos Vivos Cuenca, y miembros de la dirección de Izquierda Unida CLM han valorado en rueda de prensa el reciente viaje al Parlamento Europeo, invitados por el europarlamentario de Izquierda Unida, Manu Pineda, donde trasladaron la preocupación de las organizaciones por la proliferación de macrogranjas y de sus efectos.
Durante la visita, la delegación se reunió con los eurodiputados Manu Pineda y María Eugenia Rodríguez Palop, miembro del Comité de Agricultura del Europarlamento, y con miembros de la Dirección General de la Comisión Europea de Medio Ambiente, entre los que se encontraban los responsables de la Unidad del Agua y de la Unidad de Naturaleza y Diversidad.
En las reuniones se planteó el fuerte incremento que se ha producido en los últimos seis o siete años de macrogranjas, principalmente de porcino, que agrava los problemas de contaminación por nitratos en el suelo y en los acuíferos de nuestra comunidad (una de las más contaminadas del país), de sobreexplotación de acuíferos y, de graves molestias por olores y moscas en las poblaciones próximas a estas instalaciones. Todo ello profundiza aún más en la despoblación de las zonas rurales, sobre todo, las más envejecidas y deprimidas desde el punto de vista social.
La delegación transmitió la alarma que le generaba el hecho de que los fondos europeos, que deberían poner solución al problema de la despoblación, limitando definitivamente el incremento de este tipo de ganadería y apostando por modelos más sostenibles, como la ganadería ecológica y extensiva y las explotaciones tradicionales, ha aparecido un nuevo problema asociado a estas instalaciones: se trata de grandes plantas de obtención de biogás y biometano que, con la falsa propuesta de ser una solución sostenible a la gestión de los purines generados por la industria ganadera, van a generar nuevos problemas y molestias a las poblaciones en las que se instalen.
Los proyectos presentados hasta la fecha, como son los casos de Albacete y Cuenca, son grandes instalaciones para la trasformación en biometano de, entre 72.000 y 315.000 toneladas de residuos. Cada una de esas macroplantas, no solo pueden gestionar los residuos de poblaciones, depuradoras y, sobre todo, macrogranjas, situados en esas provincias, sino que necesitan abastecerse de residuos proveniente de otras provincias, e incluso de fuera de España.
Esta circunstancia se aleja completamente de la llamada «ruta del biogás» trazada por el Ministerio de Industria y Energía, que plantea, por un lado, la gestión de residuos de proximidad y, por otro, el aprovechamiento del biogás y biometano en poblaciones, industrias, trasporte o instalaciones agroganaderas localizadas en los alrededores de esas plantas. Sin embargo, el destino del biometano, según la memoria presentada en esos proyectos, es bombearlo a gasoductos, con destino a la red general, e incluso a otros países, como Alemania, que se ha mostrado como uno de los más interesados en este tipo de proyectos.
De hecho, grandes fondos de inversión como Goldman Sachs o Mapfre, además de las grandes corporaciones energéticas como REPSOL, Enagas, Endesa o Gas Natural son las que han apostado por esas grandes instalaciones, por supuesto, una vez más, en localidades rurales, donde se presupone que el rechazo a las mismas sería menor.
Este modelo, que la delegación definió como un círculo vicioso de producción masiva de residuos, para ser utilizados en la producción de biometano, no tiene nada que ver con la economía circular, ni por supuesto, para combatir el calentamiento global, y aún menos, para combatir la despoblación de zonas rurales. Además, económicamente es insostenible si no fuera porque se están negociando miles de millones de euros de la Unión Europea, para garantizar precios estables para el biometano producido.
Por todo ello, las autoridades con las que se reunieron la delegación castellano manchega, manifestaron su interés por esta situación, y los problemas que estaba creándose en la región, y garantizaron que estarían vigilantes para que los fondos europeos, que tienen como finalidad combatir la despoblación, no sean destinados a financiar industrias basuras que terminarán desplazando a las personas de sus pueblos.
La delegación también manifestó durante la rueda de prensa el desinterés mostrado por la única eurodiputada castellano manchega, la socialista Cristina Maestre, que ni tan siquiera respondió a la invitación enviada para poder mantener una reunión.
Por todo lo expuesto, los comparecientes reiteraron su lema: NO A LAS MACROGRANJAS , NO A LAS MACROPLANTAS DE BIOGÁS.NI EN TU PUEBLO NI EN EL MÍO
