En cumplimiento del auto del Tribunal Supremo, que suspendió la decisión del gobierno de cerrar el ferrocarril Aranjuez-Cuenca-Utiel, el pleno del Ayuntamiento de Cuenca aprobó, el pasado 27 de julio de 2023, una moción presentada por Cuenca en Marcha, solicitando la reapertura y mejora del tren regional.
Por ley, el alcalde tendría que acatar la moción. Sin embargo, actuando al margen de la ley, Darío Dolz hizo una profecía en los medios sobre el futuro del ferrocarril convencional (“nunca volverá a Cuenca”), que iba en contra de lo aprobado en el pleno, por concejales que representan a la mayoría de la ciudadanía.
La predicción del alcalde es una muestra de desprecio por la democracia y el Estado de Derecho. En el fondo, está expresando su disgusto por quedarse sin los 40 millones de euros del llamado plan por Cuenca, que obtuvo por ser el único alcalde que colaboró con el Administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif), en la clausura de la línea de ferrocarril regional, cuyo valor estimado está en torno a los 9000 millones de euros.
Parece que Darío Dolz sin los millones de Adif se queda en blanco. Aunque su adiestrada incapacidad para ejecutar un programa la hemos podido comprobar a lo largo de estos años.
No supo renovar la imagen de la ciudad, desde el punto de vista del mantenimiento, la conservación y la limpieza. Gracias a su incompetencia, la limpieza deja mucho que desear, las aceras son un peligro y las paredes continúan llenas de pintadas.
Tampoco mejoró la accesibilidad al Casco Antiguo, construyendo los dos ascensores prometidos. Uno, iría de la Hoz del Húecar a la Plaza de Ronda, (se llamaría “Zóbel”); y otro iría al Matadero Viejo, (“Torner”). El proyecto fue un fracaso y ahora lo maquilla con remontes.
Fracasó en impulsar el Plan de Apoyo al Comercio Local y la construcción de un Centro de Convenciones, para promover el turismo de congresos. Sin embargo, viajó a buscar empresarios al Caribe y cambió el turismo de congresos por un parque temático con tirolinas.
Su plan “de empleo verde”, acondicionando las riberas de los ríos, y de aprovechamiento del Patrimonio Forestal de Cuenca, quedó en agua de borrajas. No obstante, negoció con la empresa portorriqueña Toro Verde para que se dé un pelotazo a costa de un monte público patrimonio de las gentes de Cuenca.
Tan peculiar ha sido el gobierno del alcalde de Cuenca, que nunca convocó los cuatro foros prometidos, para que la ciudadanía evalúe su gestión. ¿Por qué no convocó los foros anuales? Es obvio, no quiere participación ciudadana porque le falta valor para rendir cuentas de sus actuaciones.
Darío Dolz se ha inhabilitado como alcalde y quizá esté provocando una moción de censura. Para compensar su impotencia presume de ser enemigo del tren. Sus inaceptables declaraciones constituyen una invitación a la ciudadanía conquense, para que participe los martes a las seis de la tarde, en los plantes de apoyo para la reanudación y mejora del tren regional, que se celebran en la plaza de España de Cuenca.
Por Fernando Casas Mínguez.
