El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado la transferencia de fondos por importe de más de 27 millones de euros de la convocatoria de 2023 de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD), financiada con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
Así lo ha explicado en rueda de prensa la portavoz del Ejecutivo castellanomanchego, Esther Padilla, señalando que estos fondos irán dedicados a un total de ocho proyectos que se desarrollarán hasta 2026 y cuyo objetivo es apoyar a los destinos turísticos en su proceso de transformación para incorporar la sostenibilidad medioambiental, socioeconómica y territorial. También están orientados a desarrollar estrategias de resiliencia frente a los nuevos retos del ecosistema turístico y a buscar una mayor cohesión territorial.
Seis de los ocho proyectos aprobados son Planes de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD) y son ejecutados por diputaciones provinciales, ayuntamientos o grupos de acción local. Tratan de abordar los retos de la sostenibilidad turística en materia de ordenación del turismo y en los ámbitos de la transición verde, la transición digital y la competitividad de los destinos. Según ha apuntado la portavoz, los lugares beneficiados serán La Manchuela, el Campo de Montiel, Belmonte, la Sierra y Mancha conquense, la comarca de Molina de Aragón y los Montes de Toledo.
Cohesión entre destinos turísticos
Los otros dos proyectos son Actuaciones de Cohesión entre Destinos (ACD), ejecutados por el Gobierno regional y su objetivo es generar o reforzar sinergias entre planes de sostenibilidad turística de una misma comunidad autónoma o con comunidades autónomas limítrofes.
Padilla ha explicado que la finalidad de uno de ellos es consolidar la Red de Parques Arqueológicos, Yacimientos y Monumentos Visitables (PAMYV) de forma viable, sostenible e innovadora. Concretamente, tendrán como ámbito de actuación los parques arqueológicos de Libisosa, Segóbriga, Carranque, Recópolis, Alarcos, El Tolmo de Minateda y El Cerro de las Cabezas; los yacimientos arqueológicos de Ercávica, Loss Casares, El Ceremeño, y Noheda, así como los monumentos visitables del Monasterio de Monsalud y Monasterio de Bonaval.
El segundo proyecto trabaja con el fin de situar a Castilla-La Mancha como Destino Azul Sostenible, poniendo en valor el patrimonio natural ligado al agua como forma de diversificar los flujos turísticos. La consejera Portavoz ha informado de que su ámbito de actuación serán las Lagunas de Ruidera, las Tablas de Daimiel, los Calares del Río Mundo y de la Sima, el Complejo Lagunar de Villafranca de los Caballeros, el Embalse de Cazalegas, el Embalse de Alarcón, el Mar de Castilla y el Alto Tajo.
