Este 2023 se cumple el décimo aniversario del Festival de Las Casas Ahorcadas, cuya programación está prácticamente cerrada a falta de limar los últimos flecos. Y es que tan solo queda un mes para que se levante el telón de este certamen, cuyas fechas de celebración son entre el 3 y 6 de mayo en el salón de actos de la Delegación de Educación, Cultura y Deportes. Este evento literario sigue alcanzando mayor fama tras cada edición y es habitual que las plumas más reconocidas se vinculen en sus actos.
Precisamente, esta edición tendrá un alto componente emotivo a causa de la muerte de dos escritores íntimamente ligados a Las Casas Ahorcadas y al festival. Se trata del gallego Domingo Villar y el canario Alexis Ravelo, ambos fallecidos en los últimos meses. De esta manera, desde la asociación cultural quieren honrar su memoria con diferentes actos en los que se mantenga vivo el legado que han dejado los dos autores.
En el caso de Alexis Ravelo, su homenaje será el encargado de abrir el menú del Festival de Las Casas Ahorcadas. El 3 de mayo se proyectará la obra cinematográfica La estrategia del pequinés, basada en la novela homónima del escritor canario y que le valió varios premios, como el propio Tormo Negro-Masfarné que entrega el club de lectura conquense -en 2014- o el Premio Hammett de la Semana Negra de Gijón. Después de la proyección del filme, los amigos del escritor Elio Quiroga -guionista y director de la película-, Marta Marné -crítica literaria- y Sergio Vera -director de Las Casas Ahorcadas- protagonizarán un cinefórum en recuerdo de Alexis Ravelo.
Respecto a Domingo Villar, la figura del gallego cobrará especial protagonismo en el cierre del festival. Para el 6 de mayo, el director de Las Casas Ahorcadas rendirá tributo al escritor, quien se alzó en 2016 con el Premio Tormo Negro-Masfarné gracias a la segunda parte de su trilogía protagonizada por Leo Caldas, titulada La playa de los ahogados. Asimismo, Domingo Villar también estuvo en otras ocasiones en el festival, la última en 2019 en un momento muy especial para él, puesto que acababa de lanzar la tercera parte –El último barco– y eligió Cuenca y el certamen como una de sus paradas obligatorias para presentar el libro.
