El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha destacado el “impulso extraordinario” del Gobierno regional al sector de azafrán que ha aumentado en un 50 por ciento la superficie cultivada en la región desde el año 2015. En concreto, tal y como ha dicho, en aquel momento se declaraban en la PAC 89 hectáreas, una cifra que ha ascendido este año hasta las 134 hectáreas.
Cifras que, tal y como ha subrayado Martínez Guijarro, evidencian que “el sector del azafrán nunca ha recibido tanto apoyo como ahora por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha; como el que viene recibiendo desde la pasada legislatura”.
Ha asegurado que “para nosotros el azafrán es un cultivo prioritario por eso prevalece a la hora de solicitar ayudas en las diferentes líneas”. Esto se traduce en que los 30 jóvenes, que a lo largo de este periodo se han incorporado al campo con 22 hectáreas de cultivo de azafrán, han recibido un total de 825.000 euros en ayudas.
En este sentido, el vicepresidente ha explicado que, de las cinco nueva agrupaciones de productores que se han creado desde el año 2015, una de ellas está destinada a comercialización del azafrán, “y ha recibido ayudas por valor de 270.000 euros para actuar durante los próximos tres años”.
Asimismo, ha recordado que desde el Ejecutivo de Castilla-La Mancha se está desarrollando un proyecto de investigación centrado en la sanidad de los cormos, que recibirá más de 140.000 euros de ayuda en el que está involucrada la Denominación de Origen, pero también cuatro organismos de investigación, una cooperativa y algunos agricultores.
“Y, precisamente porque somos conscientes de la importancia que tienen los bulbos para el futuro de este cultivo, llevamos meses trabajando con el Ministerio de Agricultura para aprobar un reglamento, impulsado por Castilla-La Mancha, para la producción de cormos de azafrán certificados, que esperamos que se publique en diciembre”, ha explicado.
Finalmente, ha reiterado el esfuerzo en promoción de este producto a través de las diferente ferias y eventos gastronómicos y culinarios, siempre bajo el paraguas de la marca de calidad ‘Campo y Alma’. Todo ello, ha sentenciado, con el objetivo de que el azafrán siga siendo un cultivo representativo de Castilla-La Mancha.
