Concurridas e intensas, las fiestas de Sacedón concluyeron sin incidentes reseñables y con el sabor dulce de quien se reencuentra con sus recuerdos felices después de dos años tan duros. “Queremos agradecer a quienes nos han ayudado a organizarlas, pero sobre todo a los vecinos, por haber puesto todo su corazón en estas fiestas”, afirma Francisco Pérez Torrecilla, alcalde de la localidad.
Las carrozas, la corrida, los encierros, los recortes, con la participación incluso de una joven promesa de Sacedón, Raúl Benito, las verbenas, todo ha salido a pedir de boca. “Una explosión de felicidad, que nos hacía falta después de tanto tiempo”, reafirma el alcalde.
Homenaje a las víctimas COVID
Unas fiestas alegres, pero en las que sin embargo ha habido un momento para el recuerdo de quienes ya no están con nosotros. El Ayuntamiento organizó el pasado lunes un pequeño acto en el que se presentaron sendas placas, una en homenaje a las víctimas y otra en agradecimiento a todos los vecinos, por su colaboración durante la pandemia.
“Es un detalle que hemos querido tener con todos aquellos vecinos que no han podido llegar a disfrutar de estas fiestas, que nos han dejado a lo largo de estos dos difíciles años, pero también un mensaje de esperanza por el agradecimiento a un pueblo que cumplió con paciencia y ayudo siempre con generosidad cuanto pudo para que todos saliéramos adelante”, explica Pérez Torrecilla.
Precisamente, el punto y final a las fiestas llegó haciendo gala de esa generosidad con la celebración de la tradicional caldereta solidaria, que este año recogió fondos para la Fundación Nipace, ubicada en Guadalajara, pero de carácter nacional. Una jornada a la que acudieron centenares de vecinos, dispuestos a colaborar con la veterana asociación, que ayuda mejorar la vida de las niñas y niños con parálisis cerebral de toda España.
